Sin mascarillas y sin inmunización, este sería el rumbo pandemia en el país

(CRHoy.com) La intención del presidente Rodrigo Chaves de eliminar la obligatoriedad de la mascarilla y la vacunación contra el COVID-19, podría significar graves consecuencias en la situación pandémica en el país.

A esa conclusión llegan los expertos que monitorean la emergencia sanitaria desde marzo de 2020, cuando se registraron los primeros contagios.

El pasado 8 de mayo, el mandatario firmó dos decretos que pretenden cumplir este objetivo. Este miércoles a primera hora Casa Presidencial  distribuyó por fin el contenido de los mismos y su publicación en La Gaceta; sin embargo, se produjo en medio de la incertidumbre pues a altas horas de la noche había afirmado que esos textos iban a ser analizados.

"Echar leña al fuego"

Para el demógrafo y salubrista, Luis Rosero Bixby, este no era el momento adecuado para tomar dicha medida.

"En algún momento hay que eliminar la obligatoriedad de la mascarilla y la vacunación, pero este no es ese momento porque se está iniciando una nueva ola y lo que debería buscarse es medidas adicionales para tratar de mitigar el contagio.

"Al quitar la obligatoriedad más bien se favorece la transmisión y eso es como echar leña al fuego. Es totalmente inoportuno", afirmó.

Rosero proyectó la semana anterior, que en el peor escenario, esta ola pandémica podría provocar en dos meses, al menos 6 mil contagios diarios y mil personas ingresadas en los centros médicos.

No obstante, el experto afirma que esta decisión va a generar un mayor impacto sobre los contagios, hospitalizaciones y fallecimientos. 

"Lo que más preocupa es el mensaje que se envía a la población, porque muchas personas van a pensar que ya salimos de la pandemia, van a relajar muchas medidas y no se van a vacunar y esto podría hacer que se acelere el aumento de los casos y más personas vayan a dar al hospital", agregó.

Fin de la pandemia

A finales de febrero anterior y con la salida de la cuarta ola pandémica, el exministro de Salud, Daniel Salas, confirmó que el país se perfilaba a pasar de atender el COVID-19 como una pandemia a una enfermedad endémica. 

Eso sí, las autoridades detallaron que la imprevisibilidad del virus podría cambiar el escenario nuevamente y por eso insistieron en el uso de las medidas personales de protección como la mascarilla, el lavado de manos y continuar con el reforzamiento de la inmunización.

Sin embargo, el salubrista señala que con las medidas que busca aplicar la nueva administración, esta transición a la endemia se podría retrasar. 

"Algún día la pandemia va a finalizar. El asunto es llegar lo más pronto posible a ese momento y con la menor cantidad de fallecimientos y hospitalizaciones. Entonces para eso son las medidas de precaución.

"La mascarilla y la vacunación, que tiene un impacto mayor. Pero sí, estas nuevas medidas pueden atrasar la llegada de esa situación menos peligrosa, que es la situación endémica", explicó.

Menos gente vacunada

Juan José Romero, epidemiólogo de la Universidad Nacional, ve en esta intención del presidente, un impacto sobre las personas que necesitarán de los servicios de salud por complicaciones derivadas del contagio con el SARS-CoV-2.

Romero teme que la vacunación voluntaria no sea efectiva en el país, porque, "ya vimos que cuando se dejó a la libre la tercera dosis, la gente no la estaba tomando, la llevan muy suavecito. Hay que ver la velocidad de vacunación que tenemos en las últimas semanas, que cada vez es más baja, a pesar de que hay disponibilidad de vacunas y de centros de vacunación".

Esto se convierte en un riesgo en medio de la circulación de variantes y subvariantes, y el posible surgimiento de nuevas cepas.

"Dos vacunas no serán suficientes para evitar la infección y eventualmente no nos iría tan bien en caso de que nos contagiemos", dijo.

Romero comentó que el Gobierno estaría eliminando las medidas más eficaces para prevenir los contagios, lo que dejará en riesgo a aquellos que no tengan el esquema completo y cuenten con factores de riesgo.