Un tico más difícil de convencer saldrá a votar este 4 de febrero
Más crítico, más informado y menos partidario
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A Luis Antonio Sobrado, presidente del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), no le sorprenden los resultados de las encuestas de la semana anterior que mostraban un alto grado de confianza de los ticos hacia el proceso electoral, pues él mismo afirma que está blindado.
En entrevista con CRHoy.com el jueves anterior, Sobrado fue claro en que aunque no hay riesgo de fraude, pues los portillos están completamente cerrados, y que se requiere de una ciudadanía alerta y "con los ojos bien abiertos" ante cualquier situación que puedan considerar anómala.
Pero para Sobrado tampoco es sorpresa que 6 de cada 10 ticos hayan cambiado su intención de voto en los últimos meses y que un 36% todavía se mantenga indeciso, pues esto demuestra la presencia de un elector más crítico, informado y difícil de convencer.
Este 4 de febrero, los costarricenses elegiremos al próximo presidente de la República y conformaremos la Asamblea Legislativa 2018-2022, una fiesta electoral con matices muy distintos a los de elecciones anteriores, donde el protagonista será precisamente esta persona que "no entrega fácilmente su voto".
"Hay un cambio importante en el tipo de elector. Uno que ya no se mueve por la tradición familiar. Eso que marcaba las definiciones en otros tiempos, no tiene ahora ningún peso. De hecho, la bandera de los partidos ya no es un factor determinante. El elector tico es mucho más crítico, mucho más exigente, que mira la realidad de la persona que se está postulando y la seriedad de sus propuestas"
Es por esta razón que, en este momento, 6 de los 13 candidatos pelean por llegar a una segunda ronda, que parece ser el panorama inevitable. Fabricio Alvarado, Antonio Álvarez, Carlos Alvarado, Juan Diego Castro, Rodolfo Piza y Rodolfo Hernández son quienes compiten para superar esta primera prueba el 4 de febrero.
La indecisión, según Sobrado, se ha visto reforzada en estas elecciones por los hechos que sacudieron la política nacional en los últimos meses y que distrajeron al electorado de los temas de campaña. El cementazo, la opinión consultiva de la Corte Internacional de Derechos Humanos sobre el matrimonio igualitario e incluso, la resolución de la Corte de la Haya sobre el litigio de nuestro país con Nicaragua habrían impactado en la decisión de voto.
Una segunda ronda: la regla
Esta misma indecisión -que es muestra de un electorado que analiza mucho más su voto, pero que a la vez siente un descontento y apatía hacia la clase política- junto con un sistema multipartidista hace que una segunda ronda sea la regla en el proceso electoral. Costará cerca de 1500 millones de colones que ya están presupuestados y se realizará el 1º de abril.
Será la tercera vez en que nuestro país requiere de 2 procesos para elegir la presidente, la primera fue en el 2002 cuando resultó electo el socialcristiano Abel Pacheco y fue generada por el surgimiento del Partido Acción Ciudadana (PAC) y su candidato, en ese entonces, Ottón Solís. La segunda vez fue hace 4 años, donde 12 partidos políticos participaron en las elecciones, pero 4 disputaban el pase a la segunda ronda.
Según Sobrado, previendo este panorama, el TSE está preparado desde hace un año para afrontar una segunda ronda electoral, tanto presupuestariamente como en la parte logística.
"En un escenario bipartidista, la regla es que la elección se liquida en primera ronda, pero en un escenario multipartidista, que es el que se ha acentuado en nuestro medio, a partir del 2002, la segunda ronda pasa a ser la regla. Pero tenemos la tranquilidad de que si es así, ya tenemos experiencia. Es una fase eventual del proceso electoral y está planificada desde un año antes de la elección"
Democracia es más que votar cada 4 años
La fiesta electoral tiene su principal actividad este 4 de febrero, pero para Sobrado, aunque las elecciones son la principal cara de la madurez de nuestro sistema, la democracia no se limita a ejercer el voto cada 4 años, es algo que se debe vivir todos los días.
"No es solo ir a votar cada 4 años, es un conjunto de valores. Es tolerancia, es cortesía con los demás, poder dialogar para resolver problemas. Es no perder amigos por discusiones políticas", indicó Sobrado.
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Dentro de este estilo de vida se incluye lo que no es solo un derecho, sino también una responsabilidad: ejercer su voto. Porque a final de cuentas, lo que está en juego no es el futuro de los candidatos, o de los partidos políticos que representan. Lo que se juega este 4 de febrero es el futuro del país, de nuestra niñez y juventud. Lo que se juega es el futuro de todos los ciudadanos.