Venezolana enfrentó varias pruebas para crear emprendimiento de sus sueños

(CRHoy.com) Tuvo que huir de Venezuela con sus hijos para buscar una mejor calidad de vida y tras 6 años con muchas pruebas en Costa Rica, Sol Saavedra empieza a ver las luces de su emprendimiento: Sweet Point. 

La originaria de Táchira, Venezuela, conversó con CRHoy.com y contó las pruebas que ha tenido que atravesar su pequeña familia tras llegar a Costa Rica en octubre del 2016. 

La madre de 2 hijos, Mizael y Andrea, se aventuró a llegar a nuestro país por motivos de "seguridad y para obtener una mejor calidad de vida" debido a los problemas económicos y sociales que se estaban produciendo en Venezuela en ese tiempo.

"Tenemos acá una familiar. Entonces nos recibió, estuvimos un tiempo con él, con su familia y ahí decidimos más o menos como al mes independizarnos (…) nosotros, más que todo mis hijos tuvieron una aceptación en la sociedad bastante buena, mi hija en su escuela y mi hijo en su trabajo desde que llegamos empezamos a trabajar", dijo Saavedra.

Recibieron ayuda por parte de organizaciones al principio de su estadía en el país, porque les era bastante difícil conseguir trabajo con buena remuneración, porque "no era un sueldo digno para algún ser humano normal con familia o independiente, entonces siempre teníamos que unir bastante lo que ganamos para poder salir adelante".

Cuando la familia ingresó al país realizaron los trámites para poder homologar las licencias de conducir, tener todo al día y ya al cumplir aproximadamente un año de vivir en Costa Rica, Sol tuvo la posibilidad de alquilar un carro para trabajar como conductora de plataformas.

"Yo alquilaba un carro donde se tiene que dar una cuota  de 100 mil colones semanales para el alquiler de carro y después lo que uno haga empieza el margen de ganancias (…) eran 100 mil colones semanales más todo lo que tienes que hacer para poder pagar servicios, comida y alquiler y también tenías que descontar allí la gasolina", mencionó Saavedra.

Sin embargo, señala que de sus clientes no se puede quejar, ya que nunca ha tenido problemas con las personas que han contratado sus servicios como chofer y que a pesar de los riesgos que pueda correr, la vecina de Barrio Luján se ha aventurado, a hacer viajes de muchos kilómetros de distancia como Limón o Upala.

Pero que con las buenas relaciones que ha hecho, ha logrado que muchos de sus clientes sean fijos y con la confianza "para hacerles transporte a sus hijos o las personas adultas mayores que tienen que ir al médico".

El sueño: "Sweet Point"

"Cuando yo comencé a hacer Uber, a su vez también trabajaba haciendo comida para ir a la Sabana y vendía por unidades de nuestras famosas arepas y parte de repostería, así, inicia todo este proceso de Sweet Point (…) empecé a conocer lo que es la parte de la gastronomía de acá y el comportamiento de los clientes", recordó la mujer.

Por lo que quiso conocer sobre el "paladar tico" y se involucró en grupos de Facebook para aprender sobre la gastronomía nacional para luego comenzar a ofrecerlo en los inicios de lo que sería Sweet Point; sin embargo, algunos problemas financieros y familiares la obligaron a dedicarse a su trabajo como conductora.

"Yo en Venezuela no hacía absolutamente nada de repostería, yo tenía una repostera que es mi hermana y todo lo hacía ella, yo me desenvolvía trabajando en la parte gerencial -entre gerencia de venta, supervisión- tenía mi propio negocio. Sí, sabía cocinar y tenía muchas bases de cocina salada, entonces acá en Costa Rica surge la necesidad de salir adelante, de buscar un sustento familiar y ¿por qué no? Bueno, vamos a probar", mencionó Saavedra.

Ahora, está en búsqueda de un local para poder convertirlo en la cafetería de sus sueños y que sus clientes "tengan opción a abrir su computador para que manden correos, se comunican con sus familiares o simplemente buscan hagan lo que tengan que hacer" o simplemente poder leer un libro con tranquilidad. 

Su menú se basa en mini repostería principalmente dulce con muchos sabores nuevos como lo son mini donas rellenas, glaseadas, decoradas; mini tartaletas (pasteles) de diferentes frutas como pejibaye, fresas, kiwi, arándanos; así como flan de coco, fresa, caramelo y cheesecake en diferentes opciones como durazno o moras. Así como mini arrollados y mini cangrejos.

"Sweet Point es un concepto que yo quiero dar a conocer a Costa Rica para realzar de hecho esa gastronomía de repostería del tico y fusionarla con la de los venezolanos (…) mi concepto de cafetería es hacer de ese lugar que el público vaya a degustar, a comer, a tomarse un excelente café, que sea de buen al gusto del cliente", concluyó la emprendedora.

Siempre levantarse con la firme convicción de que las cosas se pueden lograr, de que no hay nada, que a uno le limite solo la mente y la actitud, la personalidad que nosotros adoptamos ante situaciones. Somos nosotros mismos lo que nos tenemos barreras, (…) pero tenemos la capacidad del lograr muchísimas cosas, desde hoy, desde el mismo momento en que respiramos, que debemos dar gracias, porque tenemos la posibilidad de salir adelante.