Venezolanos lideran solicitudes de refugio en Costa Rica
Costa Rica se recibió un total de 6.337 nuevas solicitudes de refugio al año, la mitad del país sudamerciano
Durante el 2017, en Costa Rica se recibió un total de 6.337 nuevas solicitudes de refugio, 1.867 más que el año anterior.
De las nuevas solicitudes, 50% correspondió a personas venezolanas, seguidas por solicitudes de personas del norte de Centroamérica (30%), Colombia (12,3%) y otras nacionalidades (7,7%).
Según el informe "Tendencias Globales" del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) la cantidad de venezolanos es consecuencia de la compleja situación socioeconómica y política de su país, que ha causado que más de 1,5 millones de venezolanos se desplacen a los países vecinos y más allá.
Sus principales destinos fueron Brasil, Colombia, Costa Rica, México, Perú, España y los Estados Unidos. Según cifras proporcionadas por los gobiernos anfitriones, más de 166.000 venezolanos presentaron solicitudes de asilo desde el comienzo de 2015, de las cuales tres cuartas partes fueron en 2017.
Sin embargo, se considera que la mayoría se encuentra en una situación irregular. Varios países de la región latinoamericana han establecido medidas alternativas de protección como el permiso de residencia temporal, visa de migración laboral, visa humanitaria y acuerdo regional de visa para permitir a las personas permanecer en el país y tener acceso a sus derechos.
"Son muchísimos los factores que nos hacen emigrar, porque Venezuela no solo tiene una crisis social, sino humanitaria. Hay falta de alimentos y medicinas. Con un sueldo mínimo solo se puede comprar un cartón de huevos, y muchos ganan solo eso. La mayoría de los venezolanos que se quedan viven de las remesas que enviamos quienes estamos fuera", explicó Fernando Hermida, uno de los venezolanos que han solicitado refugio en el país.
Él pertenece al grupo Venezuela en Costa Rica, un colectivo que ayuda a sus compatriotas con información sobre cómo regularizar su estatus en el país e inscribirse en Tributación y la Seguridad Social costarricenses.
En su caso se considera perseguido político, porque pertenecía a la milicia y adversó al gobierno.
"Con $10 dólares que yo mande, allá la familia come un mes. Por eso, el que se va piensa en no volver", comentó.
Uno de los riesgos que corren quienes regresan es que su pasaporte sea anulado y no puedan volver a salir de Venezuela. En esos casos, suelen viajar a Perú, Ecuador o Colombia con su cédula de identidad. Agregó que muchos de los que llegan hasta Costa Rica o Panamá vienen sin ingresos ni ahorros.
País a la vanguardia
Costa Rica elaboró un Marco de Respuesta Integral a las Refugiados según los lineamientos de la Declaración de Nueva York (2016) conocido como Minare.
El documento aglutina y cohesiona las políticas nacionales en materia de refugiados, identificando brechas y proponiendo soluciones para una respuesta integral y más eficaz.
Estos esfuerzos han sido recientemente reconocidos por el Alto Comisionado, Filippo Grandi como "un modelo de protección e integración para refugiados urbanos en países de renta media de acuerdo al derecho internacional" y constituye el aporte de Costa Rica al Marco Regional Integral para Refugiados (MIRPS) y al Pacto Mundial para Refugiados.
"Aún hay motivos para la esperanza. Catorce países están aplicando ya un nuevo plan de respuesta para las crisis de refugiados. De estos países, seis son latinoamericanos: Belice, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México y Panamá. De aquí a unos meses, el nuevo Pacto Mundial sobre Refugiados estará listo para su adopción por la Asamblea General de las Naciones Unidas", dijo.
La cantidad total de personas refugiadas en Costa Rica al 31 de diciembre del 2017 era de 4.493; de la cuales (52,4%) son de nacionalidad colombiana, seguidos de personas del norte de Centroamérica (18,4%), 10% de Nicaragua, 8,4% de Cuba, 7,6% de Venezuela y 3,2% de otras nacionalidades.
Raquel Vargas, directora de Migración y Extranjería, recordó que la institución siempre ha abierto y abrirá sus puertas a aquellas personas que son perseguidas o que corren peligro en su país de origen. Las invita, además, a acercarse y formalizar el proceso de solicitud de refugio con el fin de evitar casos de migración irregular en el país.
Histórico año
Las guerras, la violencia y la persecución han conducido a que el desplazamiento forzado en el mundo alcance un nuevo máximo histórico en 2017, por quinto año consecutivo, como consecuencia, entre otras, de la crisis en la República Democrática del Congo, la guerra en Sudán del Sur y la huida hacia Bangladesh de cientos de miles de rohingya desde Birmania. Los países en desarrollo son, de forma abrumadora, los que más acogida ofrecen.
El informe estadístico anual Tendencias Globales elevó a 68,5 millones las personas desplazadas por la fuerza a finales de 2017. De ellas, 16,2 millones se vieron forzadas a desplazarse dentro y fuera de las fronteras de su país durante el año 2017, ya sea por primera vez o de manera reiterada, lo que deja constancia de la magnitud de la población que se está desplazando, equivalente a 44.500 personas cada día, o a una persona cada dos segundos.
El número de refugiados que ha huido de sus países para escapar de los conflictos y la persecución asciende a 25,4 millones. Esta cifra supone un incremento de 2,9 millones respecto 2016 y el mayor aumento registrado jamás por Acnur en un solo año. Por otra parte, los solicitantes de asilo que se encontraban a la espera de una decisión sobre sus solicitudes de asilo a 31 de diciembre de 2017 aumentaron en unos 300.000 hasta alcanzar los 3,1 millones. El número de personas desplazadas dentro de sus propios países fue de 40 millones, una cifra ligeramente inferior a los 40,3 millones de 2016.
En 2017 el número de refugiados en todo el mundo superaba ya la población de Australia, mientras que el de desplazamientos forzados prácticamente igualaba a la población de Tailandia. En todo el mundo, una de cada 110 personas se encuentra desplazada por la fuerza.
Dinámica no es ajena a América
El continente americano también está viviendo su crisis de refugiados. Entre los principales desafíos de la región se encuentran los movimientos de personas en el norte de Centroamérica y México en donde se observa un drástico incremento de solicitantes de asilo y refugiados, debido principalmente a la violencia del crimen organizado en sus países de origen.
Más de 294.000 solicitantes de asilo y refugiados del norte de América Central se registraron a nivel mundial a fines de 2017, un aumento del 58 por ciento en comparación con el año anterior. Esto es dieciséis veces más personas que al final del 2011. Entre 2011 y 2017, 350.00 personas del norte de Centroamérica solicitaron refugio a nivel mundial. De estas, casi 130.500 se presentaron solo en 2017. La gran mayoría de los que huyen de El Salvador, Guatemala y Honduras, buscan la protección bajo el estatuto de refugio desplazándose a Belice, México, Estados Unidos en el norte o hacia Costa Rica y Panamá en el sur.
En 2017, Colombia se mantuvo como el país con la mayor población de desplazados internos del mundo. Según el Gobierno colombiano, se registraron 7,7 millones de desplazados internos en el país desde 1985. Las regiones más afectadas por el desplazamiento, debido principalmente a la violencia entre los grupos armados ilegales, son la Costa del Pacífico y las regiones fronterizas.
Muchos de los recientes desplazamientos de grandes grupos están teniendo lugar en regiones donde las comunidades han sido desplazadas varias veces en los últimos 20 años. Los grupos de población más afectados son: niños y adolescentes, mujeres, indígenas y afrocolombianos. Muchas de estas personas se han visto obligadas a huir hacia otros países y solicitar protección internacional.