Ni crisis ni incendios quiebran el éxito cuando se trabaja en equipo
Con una máquina sencilla para hacer medias y un estañón para teñirlas, hace 70 años nació una marca que, a pesar de las crisis e infortunios, resalta en la industria textil de Costa Rica y Centroamérica.
Las puertas de Dada Textil y su marca líder, Red Point, se abrieron en 1946, a manos un hombre con visión de triunfador.
Juan Dada falleció en 1999 a sus 80 años, pero dejó en sus hijos una herencia de liderazgo marcado por el trabajo en equipo.
"Tenemos una filosofía diferente y por eso es que creo que estamos aquí con tanta fuerza. Nos planteamos el trabajo en equipo, pensamos que no se puede hacer de ninguna otra manera. Todos los colaboradores que trabajan en la empresa tienen el mismo nivel de importancia, lo mismo con los clientes", comentó Gabriela Dada, hija del fundador y una de las herederas al frente.
Empezaron con medias o calcetines pero, en la actualidad confeccionan ropa interior para hombre, pijamas, camisetas en variedad para toda la familia.
Hay personas que tienen 40 y hasta 50 años de trabajar, en la empresa, "gente lindísima", describe Gabriela, quien afirma que ahí, hay una energía muy positiva.
"Hemos pasado por un montón de cosas en este tiempo: incendios masivos, crisis económicas de todo tipo, la crisis que ha tenido la industria textil. En el país casi todos los productores textileros cerraron; nosotros logramos sobrevivir y fortalecernos mucho", comentó.
Renacer entre cenizas

Cerca de 50 bomberos participaron en la atención del incendio de Dada Textil, en enero del año 2000. Foto: Daniela Abarca|CRH, con fines ilustrativos.
Era domingo, un 23 de enero del 2000, a las 11:50 a.m. cuando una fuerte explosión retumbó en la fábrica que entonces se ubicaba en San Pedro de Montes de Oca.
Cuatro minutos después, medio centenar de bomberos luchaban contra un incendio que consumió gran parte de la planta. Fueron pérdidas millonarias, el fuego arrasó con maquinaria, telas y materiales que estaban en las bodegas.
[quote]"De un día para otro, nos quedamos sin trabajo -hubo mucho en el momento, para limpiar y recoger escombros- la gente se tuvo que ir… ¡No teníamos trabajo! Inmediatamente empezamos a tratar de montarnos nuevamente y los fuimos llamando uno por uno, hasta que casi todos volvieron"[/quote]
"¡Fue muy duro, gastamos como 6 rollos de papel, llorando, fue una cosa tremenda!, pero a la vez fue una gran lección, ver la reacción de la gente, de los clientes, fue impresionante, así que yo creo que después lloramos más, pero de alegría", recordó.
La empresa fue reconstruida y se ubica ahora en Sabanilla de Montes de Oca.
Grandes regalos
Para Gabriela, las grandes tragedias -si uno decide enfrentarlas- vienen acompañadas de grandes regalos, " ese incendio nos dio, muchísimos regalos", dijo la empresaria que hoy asegura que el éxito se alcanza con ética, con esfuerzo, humildad y pasión.
En la actualidad, el negocio se posiciona como uno de los más fuertes del mercado centroamericano.
Sus productos se comercializan Nicaragua, Honduras y el El Salvador. En estos últimos dos países cuentan con plantas subsidiarias, a los que migraron para resistir los golpes económicos de la industria.
De acuerdo con Gabriela, ahora se encuentran en un momento muy importante de crecimiento, que les permite invertir en maquinaria, para una mayor producción local.
"Estamos listos nuevamente, para asumir esa producción que tenemos fuera del país", dijo la empresaria y con ello, la empresa que vio nacer don Juan Dada con una máquina sencilla, se muestra 70 años después, más viva que nunca.