¡No son enemigos públicos! Drogadictos de la calle recibirán trato humano
En las calles, en condición de abandono, el adicto va degenerándose día con día
Tratados como criminales… Los derechos de decenas de drogadictos en condición de calle han sido violentados e irrespetados por años. Hoy su reclamo ha sido escuchado.
El reciente 15 de febrero se puso en ejecución un cambio en las políticas públicas que incluyen un "modelo de reducción de daños" y se permite al Estado financiar albergues para personas en adicción.
El proceso fue largo y complejo, admiten sus impulsores. Los drogadictos han sido vistos como parte de esa cadena criminal del narcotráfico que había que combatir con políticas públicas coercitivas, represivas y policiacas, pues eran percibidos como enemigos públicos que atentaban contra la vida de la sociedad.
La junta directiva del Instituto Nacional de Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA), como ente rector, con el respaldo de la Vicepresidencia de la República, aprobó el denominado modelo de reducción de daños con base en la Política Nacional de Drogas 2013 -2017.
No fue fácil lograr que se considerara la cruel situación de los consumidores de drogas, muchos en condición de abandono que iban degenerándose día con día en las calles.
Hoy, para iniciar el cambio en la realidad, se cuenta con políticas preventivas en salud integral para los consumidores de sustancias psicoactivas ilegales, que eliminan viejos modelos que conllevan estigmas y discriminación para las personas dependientes a las drogas.
Antes, por ejemplo, solo permitía apoyar financieramente centros de tratamiento cuyo fin fuera sacar de las drogas a los adictos, situación que en muchos casos fracasaba y más bien aceleraba el aislamiento de las personas adictas en calle.
Ahora se permite girar recursos estatales a centros que tengan adictos que, a pesar de que no hayan podido dejar las drogas, requieren dormitorio, alimentación, baño, ropa, charlas educativas, emocionales, espirituales, etc., a fin de dignificar su condición de persona.
Centros más humanitarios
En el albergue Casa Libertad, ubicado frente al Cementerio Obrero de San José, 18 personas tienen dormitorio gratuito. El consumo de drogas es prohibido durante su permanencia, pero se atiende a 12 personas que aún viven en las calles y continúan como consumidores activos.
Esa situación no es impedimento para que se les brinde servicios básicos de higiene y alimentación, y un trato más humano en el manejo de su enfermedad.
Ericka Lizano Conejo, administradora de la Casa Libertad, empezó la lucha hace mucho tiempo.
"Empecé hace 22 años, dando a las personas en situación de calle gallo pinto y café en el corredor de mi casa, en San Juan de Dios de Desamparados. Luego, hace 8 años, me estructuré legalmente como albergue. Con la ayuda de donaciones privadas me mantuve, pero es hasta hoy que el Estado reconoce, con el modelo de reducción de daños, que no solo debe apostar por la abstinencia sino por mejorar la condición de vida de los adictos, a quien les damos ayuda espiritual", expresó.
Y en Alajuelita, la Fundación Génesis empezó con el Centro de Rehabilitación en Drogodependencia para Hombres en 1998, para atender una población golpeada por el fenómeno de las drogas desde mediados de los años 80.
Allí los pacientes, hombres mayores de edad en estado de indigencia, tenían que someterse a un internamiento de 9 meses, pretendiendo abordar la enfermedad desde sus orígenes psicológicos, espirituales y familiares y buscar dejar la adicción a las drogas.
El IAFA tiene 11 centros de atención integral de drogas (CAID) para buscar la abstinencia, en los cuales se atendieron 23.376 pacientes en el 2015, la mayoría en San José (13.628 personas).
Hay centros en Cartago, Puntarenas, Limón, Santa Cruz, San Carlos, San Ramón, Quepos, y Coto Brus.
El objetivo es trabajar este fenómeno por medio de redes interinstitucionales, explicó María José Rodríguez, trabajadora social del IAFA y coordinadora de la Comisión Nacional del Modelo de Reducción.
Con los fondos del Instituto Costarricense de Drogas (ICD) y la Municipalidad de San José, y bajo la supervisión del Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS), funciona el Centro Dormitorio de la Municipalidad de San José, que da hospedaje gratuito a 102 personas para satisfacer necesidades de aseo personal y alimentación.
Otro programa es Génesis Calle, en el cual se visita una vez a la semana bunkers, cafetales, parques y otras zonas para ofrecer comida, abrigo y motivar el ingreso a los centros de rehabilitación.