Nuevo motín en cárceles de Guatemala: pandilleros toman rehenes
(AFP) Miembros de pandillas se amotinaron este viernes en dos cárceles de Guatemala y tomaron como rehenes a varios guardias y empleados civiles, una semana después de revueltas en las que murió un vigilante, informó el gobierno.
El pasado sábado, la Policía retomó el control en varias cárceles del país después de que pandilleros estuvieron amotinados varios días y causaron la muerte de un custodio.
Las autoridades atribuyen los motines al reciente traslado de cabecillas de las pandillas Barrio 18 y Mara Salvatrucha a una prisión de máxima seguridad.
"El ministerio (de Gobernación) ya está en el caso del secuestro de estas personas por estos grupos detenidos, y confiamos en que lo va a resolver como se han resuelto en los anteriores", dijo a periodistas el presidente Bernardo Arévalo.
El ministro del Gobernación (Interior), Francisco Jiménez, precisó que los incidentes se registran en la cárcel de Fraijanes, en un poblado aledaño a la capital, y en Boquerón, 65 km al este de Ciudad de Guatemala.
Los "secuestros ocurridos hoy (viernes) son intentos desesperados de pandilleros que buscan llamar la atención y presionar al Estado para recuperar a sus líderes" trasladados al penal de máxima seguridad Renovación 1, dijo el ministro.
"Nuestra prioridad es proteger la vida de los rehenes y restablecer el orden, sin ceder un solo paso ante estos criminales", añadió en su cuenta de X, sin precisar el número de retenidos, entre los que hay guardias y personal de una empresa que suministra los alimentos a los reos.
Jiménez afirmó que a pesar de los motines, los líderes pandilleros permanecerán en la cárcel de máxima seguridad.
Los motines comenzaron después de que el 31 de julio cinco líderes de Barrio 18 y cinco de la Mara Salvatrucha fueron reubicados en Renovación I, donde están aislados y sin acceso a teléfonos celulares.
La pandilla Barrio 18 y Mara Salvatrucha —esta última declarada organización terrorista por Estados Unidos— se disputan el control de territorios en Guatemala, donde extorsionan a comerciantes, transportistas y otros ciudadanos. Quienes se niegan a pagar son asesinados.
Esas bandas también operan en Honduras, mientras que en El Salvador el presidente Nayib Bukele ha encarcelado desde marzo de 2022 a miles de presuntos pandilleros amparado en un régimen de excepción criticado por grupos de derechos humanos, que denuncian una serie de detenciones arbitrarias.