Logo
Primary menu

Opinión: El maquiavélico impuesto a las casas “de lujo”

Por Agencia | 29 de Jul. 2021 | 4:32 am

La voracidad fiscal de este gobierno no tiene vergüenza o sonrojo. Pese a la mísera calidad de los servicios que ha venido ofreciendo en los últimos años, al histórico desempleo, y a la economía colapsada, pretenden seguir saqueando lo poco que queda en el bolsillo de todos.

El gobierno y el Ministerio de Hacienda, afectados por un claro trastorno disocial, presentaron un proyecto a la corriente legislativa, en conjunto con una campaña de publicidad en donde transmiten el mensaje de que quieren gravar las propiedades "de lujo" con un nuevo y adicional impuesto; se habla incluso también de aumentar la tasa del impuesto a bienes inmuebles en general. El término "de lujo", es solo un espejismo tramposo destinado simplemente a engañar a las personas de clase media para hacerlas creer que es solo a la gente de más ingresos y adinerada a quien va dirigido este vulgar gravamen.

Manifiesta el gobierno que el impuesto solo afectará a un 2% de los bienes, ya que el 98% de las propiedades tiene un "valor registral menor" (palabras propias de ellos) que la base impositiva. Es ahí donde ya hay que considerar esto como un trastorno psiquiátrico sociópata o en la de menos, una intención de muy mala fe.

Es cierto que en el registro inmobiliario del registro nacional la mayoría de las propiedades tienen un valor muchísimo menor que el del monto imponible que se plantea, sin embargo, esto no se debe a la realidad de los inmuebles si no a la realidad de la ineficiencia estatal histórica que nunca ha actualizado el valor fiscal de los mismos. Es bien sabido que este valor ya ha perdido incluso trascendencia demostrativa en cualquier tipo de trámite, procedimiento o proceso ya que lo que se solicita es el valor registrado en cada Municipalidad quienes desde hace algunos años llevan ese registro.

Dicha falacia engañosa queda aún más en evidencia cuando asimilamos que quien dicta el valor fiscal es el mismo gobierno y bastará con un oficio de Hacienda dirigido al registro para aumentarlo y adecuarlo a la realidad o al menos al valor municipal.

La voracidad no pudo ser saciada con la normativa actual y ahora quieren agrandar el banquete. El proyecto actual plantea incluir el valor total del bien, es decir terreno más edificación o construcción. Con la ley actual, los valores imponibles son de la construcción y no del terreno. Se le cobra el impuesto a las casas de lujo y no a los inmuebles "de lujo". Con solo esta pequeña reforma, ya entrarían muchísimo más dueños de inmuebles a ser objeto de cobro; incluso personas que ni siquiera tienen construido si tienen terrenos en zonas de alta plusvalía cuyo valor por estar donde está es alto.

El hecho de que la base imponible sea en colones también es muy peligroso. En prácticamente todo el país, los precios del mercado de bienes raíces se establecen en dólares. Muy pocos propietarios tasan en el GAM o en las zonas de playa o turísticas sus inmuebles con precios en colones. Además, la rápida depreciación del colon torna peligroso el monto del valor imponible, el cual es bajo y no tiene nada que ver con lujos si tomamos en cuenta el terreno y no solo la edificación.

Para ejemplificar, una casa que ronde los ciento cincuenta mil dólares al día de hoy, en colones, tiene un valor de quince millones de colones más del que tenía hace tan solo un par de años por el simple hecho del aumento desenfrenado que ha sufrido el precio del dólar en dicho plazo, por lo que en unos cuantos años es muy probable que prácticamente todas las casas de clase media en el GAM tengan que pagar ese impuesto.

Además de esto, el hecho de que el gobierno desestime o trate de hacer considerar poco una tasa del 0,5% es también reprochable. ¿Tiene una familia de clase media para pagar, como mínimo, setecientos cincuenta mil colones por concepto de impuesto a su vivienda? ¿Por qué no informan también que como el impuesto va gravado sobre un bien, el impago de la tasa genera un derecho a rematarlo en vía judicial y que las familias podrían perder su vivienda por no tener dinero para pagar ese impuesto? ¿Es eso justo?

¿No entenderá el Ministerio de Hacienda que ya el costarricense paga impuesto a los bienes inmuebles anuales, algunos pagan impuesto a las casas de lujo; se pagan impuestos cuando se adquieren, cuando se venden y se genera riqueza si el monto es superior al de compra, impuestos a los materiales de la obra, impuestos al profesional encargado de la obra, impuestos al profesional en derecho que realizó la escritura de traspaso, impuestos a prácticamente todo como para volver a pasar factura?

Esperemos que a la hora de votar este proyecto tan nefasto, el síndrome de la oposición responsable que tanto aqueja a nuestros ilustres diputados no les impida ver que el costarricense tiene derecho a vivir en dignidad y puedan entender que tener una vivienda no es ningún lujo ni un hecho generador de riqueza, sino una necesidad que incluso representa gastos.

Lic. Andrei Meza Evans
Abogado

Comentarios
9 comentarios