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¿A quién o qué defiende La Nación?

Por Carlos Reyes | 14 de Ago. 2017 | 8:15 am

Luego de una investigación de más de un año, CRHoy.com empezó a publicar una serie de reportajes evidenciando aparentes irregularidades en el otorgamiento de un crédito por más de 17,000 millones de colones a un empresario para importar cemento desde China. Ese crédito se dio después de una serie de reuniones del interesado con políticos del más alto nivel, así como rapidísimos cambios en los reglamentos, tanto del Ministerio de Economía como en los internos del Banco de Costa Rica.

Las publicaciones hechas por CRHoy.com han molestado a muchos y provocaron la destitución temporal del Gerente del BCR, Mario Barrenechea y la renuncia de la presidenta de la junta de ese banco, Paola Mora. Pero además -por alguna razón- molestan a La Nación, que dedicó su portada y tres páginas a lanzar una enredada cortina de humo sin señalar un solo supuesto delito, acto de corrupción o irregularidad.

En las últimas semanas, Nación se ha dedicado a desacreditar a los directores del BCR que han denunciado supuestas irregularidades en el banco. Primero, la emprendieron contra el abogado Alberto Raven, haciendo eco de una denuncia anónima que cuestiona un crédito otorgado por el BCR a Coopelesca para una compra que la cooperativa hizo a la empresa Holcim.  Se quejan de un supuesto sobreprecio pagado por la cooperativa, pero en lugar de cuestionar a Coopelesca, cuestionan al directivo que denunció un supuesto plan de un empresario para estafar al BCR, lo ponen en portada y buscan desacreditarlo.

Ahora, hacen lo mismo con el abogado Francisco Molina. Lo cuestionan por un supuesto pago que nunca se dio (pues CRHoy.com no lo giró y así lo explicó el banco) y hacen creer que hubo algo irregular. CRHoy nunca dio la orden de repetir ese pago y el banco no solo informó al BCR que eso había sido un error de un proveedor tecnológico en Uruguay sino que le explicó a qué se debía, que se había producido en otros 8 casos y le entregó al BCR toda la documentación que explica claramente lo ocurrido. No es de extrañar que en las próximas semanas Nación recurra a atacar a los otros dos directivos que han pedido investigar el crédito del cemento chino y que pidieron la destitución de Barrenechea.

Señores de La Nación, ¿A qué creen que responde ese supuesto pago de CRHoy al señor Molina? ¿Qué están sugiriendo? ¿Cuál es el supuesto delito detrás de ese inexistente giro de dinero? ¿Por qué cuestionan una transacción legal hecha hace seis años por CRHoy, S.A por poco más de ¢4 millones pero no cuestionan las aparentes matráfulas detrás de un crédito otorgado con dinero de todos los costarricenses por más de 17 mil millones de colones? ¿Cuál es la relación del director de La Nación con el empresario del cemento, la expresidenta de la junta del BCR y el gerente suspendido de la entidad? ¿A quién o qué defiende Nación?

Ese diario, en lugar de recurrir a los documentos oficiales que explican lo ocurrido, utiliza como única fuente a Mario Barrenechea, cuestionado y destituido de su puesto por el crédito del cemento chino y quien, en este momento, no tiene potestades legales para ser vocero oficial de la entidad. ¿Es Barrenechea una fuente autorizada cuando está suspendido de su puesto por cuestionamientos en torno a su actuar? ¿Por qué no consultaron a la gerencia interina del BCR, o a la Superintendencia General de Entidades Financieras que conoce del caso desde el principio y lo ha estudiado? ¿Por qué no publicaron la versión del banco BCT, o la de CRHoy? ¿Dónde está el equilibrio informativo del que presume La Nación? Peor aún, el diario asegura que el gerente suspendido del BCR descarta -a priori- que todo se haya tratado de un error bancario, adelantado criterio de una investigación que realizan la Sugef y la Auditoría Interna del BCR.

No es la primera vez que La Nación utiliza este tipo de estrategias para desviar la atención ni que publica solo lo que le conviene. Cuando en 2013 este medio realizó una serie de consultas sobre el caso de defraudación fiscal de Grupo Nación, S.A que el Ministerio de Hacienda había enviado al Ministerio Público, la entonces directora del diario aseguró que ese no era un tema de interés público, pese a que el medio es una entidad que cotiza en bolsa y eran todos los costarricenses a los que se podría estar defraudado.

Es decir, para La Nación parece que no era de interés público que ellos hayan sido acusados de la supuesta simulación de una venta de dos rotativas y el hueco que eso provocó en el fisco (es decir, en el bolsillo de todos los costarricenes) por más de dos mil millones de colones, pero sí les resulta interesante el supuesto pago (que NO se dio) de 4 millones de colones de dinero privado a un empresario… Después de varias publicaciones de este medio, y la acusación de la Fiscalía contra La Nación y sus representantes por evasión de impuestos, y luego que este Gobierno les hiciera el favor de modificar un decreto que prohibía negociar con defraudadores, La Nación pactó con Hacienda, reconociendo su "error", y tuvo que pagar poco más de 2.100 millones de colones… ¿De qué lado están?

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