El reciente anuncio del gobierno de Estados Unidos sobre una significativa inversión para repatriar la manufactura y desarrollo de semiconductores, y su esfuerzo por involucrar a otros países en esta industria, ha captado la atención de varias naciones ideales para este sector, incluyendo Costa Rica.
¿Por qué Estados Unidos quiere repatriar la industria de chips? Según lo que sabemos, la principal motivación es garantizar la "seguridad de los chips". Con el ascenso de China en el sector tecnológico, Estados Unidos ve necesario fortalecer su capacidad de producir estas tecnologías en su propio territorio. Esto busca prevenir la fuga de conocimientos hacia naciones que no comparten sus intereses, como China. Durante la pandemia, se evidenciaron problemas significativos para adquirir tecnología de semiconductores, principalmente porque, aunque parte de la industria estaba bajo bandera estadounidense, la producción se realizaba en China y las cadenas de suministro se vieron severamente afectadas. Esto llevó a Estados Unidos a una reflexión crítica sobre los riesgos y la inseguridad de depender de esta manera, impulsando un replanteamiento de su cadena de suministro.
La estrategia consiste en retornar la manufactura de semiconductores a Estados Unidos. Sin embargo, al reconocer que no posee la capacidad suficiente para absorber completamente esta industria, el país busca aliados con alta capacidad técnica y formativa, además de estabilidad política. Esta necesidad ofrece una oportunidad para fortalecer relaciones diplomáticas, especialmente con Centroamérica. Tras años de cierto desinterés, el descuido de estas relaciones ha resultado en cambios políticos que no favorecen a Estados Unidos y en un incremento de la migración, exacerbado por las condiciones adversas en algunos de estos países.
Es importante entender que la mayor parte de esta inversión se destinará a iniciativas dentro de Estados Unidos o a industrias y organizaciones de origen estadounidense. Sin embargo, una fracción significativa también se enfocará en trasladar parte de la industria a países que ofrezcan estabilidad socio-política y dispongan de capital humano técnico capacitado o que pueda ser rápidamente entrenado para la manufactura. En este contexto, Costa Rica y Panamá emergen como candidatos ideales.
¿Podrá Costa Rica convertirse en un Silicon Valley? La respuesta es no, al menos no en el sentido tradicional de un "Silicon Valley tico". Para ello, la inversión tendría que ser predominantemente nacional, enfocada en el desarrollo de la industria y emprendimientos locales. Sin embargo, el CHIPS Act no está diseñado con ese propósito; más bien, sería como una extensión del Silicon Valley estadounidense. La idea de un "Silicon Valley en Costa Rica" se popularizó a través de un artículo del New York Times, que presenta una perspectiva norteamericana y omite las voces de políticos y tecnólogos costarricenses.
Es muy probable que la llegada de la manufactura de semiconductores a Costa Rica venga acompañada de estrictas medidas para proteger la propiedad intelectual de estos procesos, minimizando cualquier transferencia de conocimiento. Un indicio de esto se menciona en un artículo de El País, donde se habla del "reforzamiento de normas de propiedad intelectual" en Costa Rica. Aunque el país siempre ha cumplido con los acuerdos internacionales, este reforzamiento podría ser una medida para evitar situaciones similares a las experimentadas con China, donde aprendieron y eventualmente superaron a muchos en la tecnología de chips, desarrollando su propia industria robusta. Un ejemplo claro de esta dinámica se observa en la industria automotriz, donde China ahora lidera en la producción de vehículos eléctricos, superando a Europa y Estados Unidos, como se reporta en un documental de Deutsche Welle.
¿Es relevante debatir sobre la creación de un Silicon Valley en Costa Rica? Personalmente, considero que no. Lo esencial es analizar cómo se aprovechará localmente esa inversión, a pesar de sus restricciones. La cuestión clave es determinar si, como resultado colateral, este impulso podría permitirnos evolucionar hacia una meca tecnológica verdadera, y no simplemente convertirnos en una maquila tecnológica. Esto implica un enfoque en el desarrollo de capacidades locales y en la generación de innovación propia, más allá de la simple fabricación por encargo.
¿Cómo se puede aprovechar?
Es evidente que estas inversiones conllevan beneficios significativos, especialmente en términos de empleo y el impulso a la industria local, incluyendo sectores como alimentación, limpieza, eventos, bienes raíces y comercio local, entre otros. Sin embargo, es importante reconocer que lo que llegue a Costa Rica en términos de manufactura de semiconductores probablemente estará centrado en áreas técnicas de fabricación, en lugar de investigación y desarrollo.
Es probable que surjan oportunidades en el sector educativo, pero estas podrían ser limitadas debido a las posibles restricciones para evitar la transferencia de conocimientos. Esto podría implicar que gran parte del entrenamiento se realice dentro de la misma industria o en colaboración con instituciones educativas estadounidenses. Por sí sola, esta inversión no necesariamente impulsará el emprendimiento local ni el desarrollo tecnológico interno, por lo que se requiere una estrategia nacional sólida para aprovecharla al máximo.
En mi opinión personal (y esta es solo una opinión), pienso que el CHIPS Act se puede aprovechar de la siguiente manera:
- La formación de nuevos profesionales en estas áreas tecnológicas debe basarse no solo en satisfacer las demandas de esta industria, sino en proporcionar una educación más amplia que les otorgue plasticidad profesional y les empodere para desarrollar sus propias ideas.
- Al insertarnos en la industria de semiconductores, deberíamos potenciar la investigación y desarrollo local en temas afines a esta industria, que no son necesariamente para el CHIPS Act, desarrollando competencias propias como país.
- La formación en STEM (o mejor STEAM) no debería limitarse a preparar ingenieros o ingenieras, sino que debe fomentar una diversidad de profesiones, desde las artes y humanidades hasta las ciencias y matemáticas, ya que esta multidimensionalidad es la que genera emprendimientos de valor, y el desarrollo cultural y económico del país.
- Fomentar títulos técnicos y micro-credenciales permite que profesionales de diferentes áreas puedan reconfigurar sus habilidades y aprovechar las oportunidades del sector, manteniendo diversidad de profesiones.
- Parte de la industria que llega debería activamente, y como parte del trato, participar en programas de extensión, especialmente educativos, para fomentar una generación que vea las posibilidades inmensas de su desarrollo profesional y estimular la generación temprana de ideas.
- Aprovechar los beneficios de esta inversión de manera paralela tratando de no crear una dependencia de ella, es decir, que el desarrollo del país se vea potenciado por la inversión, pero no dependa exclusivamente de ella.
- Sacar esta industria de la Gran Área Metropolitana y desarrollar otras áreas del país que permitan un crecimiento urbano ordenado y faciliten la movilidad de las personas a los trabajos de esta industria.
- Implementar una estrategia que promueva la formación tecnológica en mujeres, no solo por una deuda social, sino que también es esencial para satisfacer la creciente demanda de empleos en el sector, lo que requiere un pool de profesionales significativamente ampliado.
- Facilitar la formación de nuevas empresas para fomentar una industria local que emerja rápidamente, producto de una potencial ola de profesionales con intereses tecnológicos, más allá de la industria de semiconductores.
- Desarrollar zonas francas para la industria y emprendimientos locales, donde los grandes beneficios en impuestos que aprovechará esta nueva industria también deben beneficiar a empresas locales de alto valor que puedan potenciar no solo empleos, sino también innovación local.
- Si se trabaja en fortalecer la propiedad intelectual, es crucial que esta también beneficie al desarrollo de propiedad intelectual local.
Comentario final
Estas son solo algunas ideas, y en el país hay cientos de personas capacitadas para participar en el desarrollo de una estrategia efectiva. Con suerte, podremos aprovechar bien esta oportunidad y establecer un clúster tecnológico que persista en el tiempo, brindando muchas más oportunidades a futuro.
Director Escuela de Sistemas Inteligentes Universidad Cenfotec