Pausa del BCCR en reducción de su tasa genera dudas entre economistas
Aseguran que decisión no es congruente con metas de inflación
La reciente decisión del Banco Central de Costa Rica (BCCR) de mantener su Tasa de Política Monetaria (TPM) en 4,00% anual y poner una pausa a las reducciones que venía haciendo meses atrás genera dudas entre economistas.
Ronulfo Jiménez, Daniel Ortiz y Javier Cortés puntualizan observaciones sobre el acuerdo que tomó la Junta Directiva del BCCR el pasado 19 de diciembre para no reducir la TPM, a pesar de que consideran que sí había espacio para bajar aún más su nivel.
La TPM es la principal herramienta que utiliza la entidad monetaria para influir en el resto de las tasas de interés del sistema financiero y en la actividad económica del país, con el objetivo de guiar la inflación hacia su meta que oscila entre 2% y 4%.
El Banco Central inició el proceso de reducción de su tasa en marzo de 2023, cuando ese indicador se ubicaba en 9,00% anual, en respuesta a la elevada inflación que tenía el país desde 2022.
Desde ese mes, el BCCR ha disminuido la TPM en 500 puntos base hasta situarla en 4,00% anual. Sin embargo, los expertos esperaban en diciembre una nueva reducción apoyados en argumentos como la inflación negativa que mantiene el país y los recientes recortes que hizo la Reserva Federal de los Estados Unidos (Fed) en sus tasas de referencia.
El Banco Central justificó que, debido a la coyuntura económica local e internacional y el análisis prospectivo de la inflación y sus determinantes, así como el aumento en la incertidumbre sobre el comportamiento de estas variables, es prudente hacer una pausa en el proceso de reducción de la TPM.
Incongruencia
El economista Ronulfo Jiménez sostuvo que la pausa del Banco Central en el proceso de reducción de la TPM "no es congruente con un esquema de metas de inflación".
"En su comunicado reconoce que no está alcanzando la meta de inflación y que está lejos de hacerlo, pero decide no reducir su Tasa de Política Monetaria, a pesar de que correspondería hacerlo. Todo lo anterior confirma que el Banco Central en la realidad no sigue un esquema de metas de inflación", comentó.
El Banco Central confirmó en ese documento que la inflación general, medida con la variación interanual del Índice de Precios al Consumidor (IPC), presentó en noviembre de 2024 un valor interanual de -0,1% y la mayor variación mensual del año (0,5%).
Mientras, el promedio de la tasa interanual de los indicadores de inflación subyacente continuó positivo y se situó en 0,6%.
"Así, ambos indicadores permanecen por debajo del límite inferior del rango de tolerancia alrededor de la meta de inflación (3,0% ± 1 punto porcentual)", reconoció la entidad monetaria.
Incluso, indicó que sus modelos de proyección señalan que en los próximos trimestres la inflación general
retornará a valores positivos, con un ingreso al rango alrededor de la meta en el tercer trimestre de 2025.
Mucha cautela
Daniel Ortiz, economista de la firma Consejeros Económicos y Financieros (Cefsa), comentó que el Banco Central continúa siendo muy cauteloso al no modificar su TPM, en particular porque la inflación acumulada sigue siendo negativa.
Además, mencionó que el crecimiento del Régimen Definitivo sigue desacelerando, el consumo privado crece a menor ritmo y los principales bancos del mundo están reduciendo sus tasas.
"A uno lo que le da la impresión es que el Banco Central está siendo muy precavido con que reducciones en la Tasa de Política Monetaria puedan llevar a incrementos en el tipo de cambio. Sin duda, esto va a seguir teniendo efectos sobre el consumo, sobre la inversión, sobre las cuotas que pagan las familias, las empresas, las personas que tienen algún tipo de crédito ligado a la Tasa Básica Pasiva (TBP)", advirtió.
En su criterio, el BCCR tiene espacio para seguir disminuyendo su tasa por varias razones:
- Las expectativas de inflación están prácticamente en el límite inferior del rango de tolerancia alrededor de la meta de inflación del Banco Central.
- La inflación acumulada en promedio es negativa.
- Existen indicios de que 2025 será un año de menor crecimiento económico que el anterior.
Incertidumbre
El economista Javier Cortés, estratega de inversión de BN Valores, por su parte, explicó que la decisión del Banco Central de mantener sin cambios la TPM responde a la incertidumbre internacional sobre la capacidad de otros bancos centrales (principalmente en Estados Unidos) de reducir sus tasas de interés en 2025.
"Para una economía pequeña y abierta como Costa Rica, no es posible mantener desfaces permanentes respecto a las tasas de interés internacionales. Esto quiere decir que, probablemente, este año se observará una mayor prudencia por parte del BCCR en sus movimientos de tasas de interés", amplió.
Coincidió en que el Banco Central parece tener espacios para nuevas reducciones de tasa de interés en 2025, debido a que la economía no está generando desbalances que resulten inflacionarios y a que las expectativas de los agentes económicos tampoco anticipan presiones en ese sentido.
Recordó que las reducciones anteriores de la TPM han tenido mayor impacto en la disminución de las tasas de interés para créditos hacia el sector industrial, agrícola, comercial y de la construcción.
Mientras que su influencia ha sido reducida o nula para créditos dirigidos al sector servicios, tarjetas de crédito y consumo.