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Pensionado fue maniatado y asaltado en su casa en Osa ¡Vea el video de la cámara de seguridad!

Por Johan Rojas | 8 de Ago. 2025 | 12:50 pm
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Jonathan Derek vivió minutos de horror el pasado miércoles 6 de agosto, pasadas las 5:30 p. m., cuando unos sujetos aprovecharon que él buscaba a sus perros a las afueras de su casa, en Ciudad Cortés, Puntarenas, para encañonarlo, amarrarlo y robarle sus pertenencias.

El hombre, de nacionalidad estadounidense, relató a CR Hoy cómo un grupo de tres hombres irrumpió en su vivienda para robarle, creyendo que era millonario, cuando en realidad es un pensionado que vive en Costa Rica desde hace más de una década.

En ese momento salía de la casa para llamar a los perros que entraran. Ahí me sorprendieron: estaban escondidos entre la maleza. Me hicieron entrar, me pusieron en el suelo boca abajo y me amarraron las manos y las piernas con gasas gruesas. Me preguntaban: '¿Dónde está la plata, la caja fuerte o la marihuana?'.

No soy rico, soy una persona normal, pensionado, y no tengo mucha plata. Solo lo que tenía en la billetera, que ellos sacaron de mi pantalón: como 40 mil colones y unos 100 dólares en efectivo. Luego abrieron los cajones de la casa y me amenazaron diciendo que tenía más dinero. Estuve en shock.

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En un video que Derek compartió a este medio, se observa cuando lo encañonaron, lo obligaron a entrar a su casa y la saquearon. Luego se aprecia cómo registraban los cajones y, por último, cuando él sale de la vivienda para pedir ayuda a otros vecinos.

Amenazaron con un palo a un cachorro que tenía dentro de la casa, que luego se escondió debajo de un mueble.

Se llevaron una computadora, mi teléfono celular, un PlayStation, la billetera, el pasaporte y otros objetos. Ya cancelé mis tarjetas y, afortunadamente, no pudieron robarse el dinero.

Estuvieron en la sala y la cocina buscando cosas, y luego en el cuarto. Ellos vestían de negro, como militares; solo podía ver sus ojos y escuchar sus voces. Me dejaron amarrado en un cuarto para que no oyera nada, y hasta me pusieron cinta en la boca para que no gritara.

Derek aseguró que, además, le robaron botellas de licor e incluso se tomaron un ron mientras cometían el delito.

Cuando estaba amarrado en la cocina, ellos abrieron las gavetas. Yo no tomo, pero tengo varios licores guardados; entre ellos un ron. Estas personas sacaron las botellas y luego vi que se lo tomaron. En la mesa había varios vasos.

Indicó que, tras lo sucedido y gracias al auxilio de un vecino, llamó a las autoridades y confirmó que el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) ya está a cargo del caso.

Tenía mucho miedo, pero mantuve la calma. Luego de notar que ya no había ruido y los perros dejaron de ladrar, me levanté de la cama y caminé como pingüino hasta la sala. Al ver la puerta abierta, salí a pedir ayuda. El cachorro me siguió. Empecé a gritar, pero nadie me escuchó. Finalmente, pude zafar un pie de las gasas; con eso caminé hasta la casa de un vecino, quien me cortó las amarras, y luego llamé a la policía.

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