Pogacar destroza el Tour de Francia para volver a vestirse de amarillo
Jonas Vingegaard fue segundo en la meta, pero en la tabla general quedó a más de tres minutos y medio del líder
(AFP) Golpeado la víspera por una caída a pocos kilómetros para meta, Tadej Pogacar asestó apenas 24 horas después un golpe al Tour de Francia, al adjudicarse este jueves con una solvencia insultante la 12ª etapa, con final en el alto de categoría especial de Hautacam.
Fue el primer acto del tríptico por Los Pirineos, en el que expertos y aficionados esperaban ver pasar al ataque a Jonas Vingegaard, apoyado en su poderoso equipo Visma. Pero la historia volvió a tener el final habitual.
Un corredor excelso que domina todos los terrenos, en todas las circunstancias, y que parece inmunizado contra los elementos que pueden ir en su contra -como el hecho de correr con su brazo vendado tras su caída en Toulouse-, dio otro paso de gigante hacia la conquista de su cuarto Tour.
El astro esloveno del UAE Team, bien escoltado por su compañero ecuatoriano Jonathan Narváez, demarró en la última subida del día a 12 kilómetros para el final y terminó sacando más de dos minutos a Jonas Vingegaard (Visma), segundo en meta, y al alemán Florian Lipowitz (Bora), tercero.
¿De amarillo hasta París?
Pogacar vuelve a mandar en la clasificación general -que lideraba Ben Healy- con más de tres minutos y medio sobre Vingegaard.
El vigente campeón del mundo de ciclismo sigue reafirmándose día tras día como el gran favorito para rodar vestido de amarillo en París el 27 de julio, y parece empecinado en liquidar toda emoción sobre la victoria final antes incluso de la llegada de la tercera semana en Los Alpes.
El viernes podría dar un paso más hacia ese objetivo en la cronoescalada de Peyragudes. En la subida a Hautacam, realizada en solitario tanto por Pogacar como por Vingegaard, como si se tratase de lucha contra el crono, e primero sacó más de dos minutos al danés, dos veces campeón del Tour.
Bajo un sol despiadado, y en presencia del presidente galo Emmanuel Macron, que siguó la carrera en vivo en los últimos kilómetros, el esloveno pegó el hachazo a la etapa, la tercera que gana en el Tour 2025, al poco de iniciarse la subida final a Hautacam, de 13,6 kilómetros al 7,8% de pendiente media.
En ese momento solo tenía por delante al francés Bruno Armirail (Decathlon), último superviviente de una numerosa fuga.
Los aficionados españoles soñaron por momentos con la posibilidad de ver a Carlos Rodríguez (Ineos) sucediéndose a sí mismo como último ganador de etapa español en el Tour (2023), de igual modo que la presencia en la fuga de Einer Rubio (Movistar) hizo concebir esperanzas en Colombia de un triunfo ‘cafetero', el primero en la ‘Grande Boucle' desde Miguel Ángel López en 2020.
Ambos se metieron en la escapada, pero su resistencia fue diluyéndose con el paso de los kilómetros por las montañas.
También pasaron un mal día Remco Evenepoel -aunque logró reengancharse y se mantiene tercero en la general-, o el hombre que salió desde Auch con el maillot amarillo, el irlandés Ben Healy, y el español del Movistar Enric Mas.
Porque es muy difícil no quedarse descolgado cuando Pogacar está por delante.
Dueño de Los Pirineos
Fue su octava victoria de etapa en la cordillera de Los Pirineos, más que ningún otro corredor en la historia de la ronda francesa.
Su victoria le reporta una revancha tras haberse dejado medio Tour de Francia en 2022 en esas mismas pendientes ante Vingegaard.
Además de la cronoescalada del viernes, el sábado espera el paso por el Tourmalet camino al final en alto de Superbagnères.
En la tercera semana, el pelotón deberá afrontar el temible Mont Ventoux, antes de otras dos etapas de montaña con la Loze y La Plagne como puertos destacados.
Pero ningún gigante montañoso parece ser capaz de frenar al capo del pelotón.