Proyecto de ley busca dar más recursos a la CCSS para licencias de cuido a enfermos

Edificio de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS)
Jonathan Acuña, diputado del Frente Amplio, presentó un proyecto de ley que pretende que la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) cuente con más recursos para el pago de licencias de cuido a pacientes en fase terminal y menores gravemente enfermos.
El proyecto 25.240 busca agregar el siguiente párrafo al artículo 10 de la Ley 7756:
"En caso de que los recursos indicados en el primer párrafo de este artículo resulten insuficientes para cubrir el costo de los subsidios otorgados con base en esta ley, se podrán incluir los recursos requeridos en el Presupuesto de la República como transferencia a la CCSS"
Actualmente, la ley establece que la Dirección General de Desarrollo Social y Asignaciones Familiares (Desaf) debe girar un 0,5% de su presupuesto a la CCSS para el pago de las licencias. Desafortunadamente, la CCSS agotó los recursos designados para este 2025 y cientos de familias están sin recibir el subsidio.
Este 2025, la CCSS recibió ₡3.952 millones para estas licencias. Mónica Taylor, presidenta ejecutiva de la CCSS, confirmó que seguirán dando las licencias pero sin subsidio económico. Los beneficiaron podrán ausentarse a sus trabajos, pero no percibirán el dinero.
"Debido al agotamiento de los recursos financieros disponibles para 2025, no es posible realizar más pagos por concepto de subsidio por lo que resta de este año", aseguró Taylor
Cabe resaltar que por el artículo 73 de la Constitución Política, la CCSS no puede disponer de sus propios recursos para el pago de dichas licencias.
"Una vez alcanzado ese tope, no se cuenta con capacidad presupuestaria ni en la CCSS ni en el MTSS para realizar desembolsos adicionales", dijo Taylor.
Andrés Romero, ministro de Trabajo, resaltó que la ley explícitamente establece un 0,5%, por lo que hay un aspecto legal a tomar en cuenta.
"Estamos tramitando una evaluación del diseño del programa porque en el año 2017 se hizo una reforma a la ley que genera este programa y se incorporaron dos tipos de licencias adicionales sin cambiar y variar el monto ni la fuente de financiamiento. Eso es lo que ha generado el problema", manifestó Romero.
Las licencias extraordinarias, de cuido de menor gravemente enfermo y de fase terminal, permiten que los trabajadores asalariados cuenten con un subsidio y una licencia laboral para atender a un familiar enfermo.
Madres a la espera
Ivon Brenes es una madre desesperada, quien hace más de un mes no recibe el pago de la licencia que le otorgó la CCSS para cuidar a su hija de 3 años que está gravemente enferma.
"La Caja no ha depositado en todo el mes de septiembre y hay días pendientes del mes de agosto con la excusa de que no hay dinero, que no hay fondos. Yo estoy cuidando una menor de edad que tiene tres años. ¿Cómo pago la casa?, ¿cómo pago el agua?, ¿cómo pago la luz?
Esta semana me cortaron la luz, tuve que pedir plata prestada. ¿Cómo le compro la leche?, ¿cómo mantengo una persona que tiene una enfermedad de cuido si no tengo los recursos económicos para hacerlo?
La licencia ha sido una bendición porque yo puedo cuidar a mi hija; sin embargo también genera un tema de estrés y ansiedad muy grande saber que no hay leche, que no hay comida. Se viene el pago de la casa y ya nos pidieron la casa porque hay muchos atrasos y no hay nadie que dé una respuesta", denunció esta angustiada madre.
Sara Chaves es una madre de una bebé de 8 meses quien tiene una licencia otorgada para que cuide a su hija, ya que tiene una enfermedad llamada anquilosis.
La bebé tenía el frenillo pegado a la lengua, lo cual le dificultaba la alimentación. A la madre le dieron la licencia para encargarse de la menor, ya que después de una cirugía siguieron las complicaciones.
Lamentablemente, esta madre está desesperada porque el dinero de la licencia no ha sido depositado.
Ya yo voy a cumplir casi un mes sin recibir el pago. Estos pagos siempre han estado inestables. No es la primera vez que la Caja pasa más de dos, tres semanas sin realizar pagos. La ineficiencia es demasiado grande y no tienen un número de teléfono, no tienen un correo electrónico, nada como para hacer más fácil la situación para las personas.
Yo tengo cuentas que pagar, tengo que comprarle meriendas a mi hijo mayor, comida en la casa. Tenemos una cuenta abierta en la pulpería porque no tenemos plata. De hecho, la comida que compramos esta semana fue porque mi papá me regaló ¢60.000
¿Qué es lo que pasa? Que ahorita tengo a mi pareja trabajando de 6 a.m. a 11 p.m. El estrés, la frustración de ver que el dinero no llega y no saber cuándo va a llegar. Yo he notado una disminución en la producción de mi leche materna.
Ya nosotros ahorros no tenemos, quedamos en cero. Tenemos un desorden completo en nuestras finanzas. La bebé se nos enfermó la semana pasada y tuve que decirle a mi mamá que me ayudara ella a comprar medicamentos porque lo que tengo en mi cuenta son ¢800, relató Chaves.