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¿Qué es el Comando Vermelho? La banda criminal objetivo del sangriento operativo policial en Brasil

Por Gustavo Arias | 30 de Oct. 2025 | 6:12 am

 

La policía de Río de Janeiro ejecutó esta semana la operación más grande de su historia contra el Comando Vermelho (CV), la facción criminal más antigua y poderosa del estado.

Más de 2.500 agentes ingresaron a los complejos de favelas de Penha y Alemão, desencadenando enfrentamientos que dejaron al menos 119 personas muertas. El saldo generó un intenso debate sobre la estrategia policial y el uso de la fuerza.

Mientras las autoridades defienden la acción como un intento de frenar la expansión territorial del CV, organizaciones de derechos humanos y vecinos de las comunidades denunciaron un "baño de sangre" y criticaron la falta de protección para los civiles atrapados en medio de los disparos y explosiones.

¿Qué es el Comando Vermelho?

El Comando Vermelho nació en las cárceles de Río de Janeiro en los años 70 como un grupo de autoprotección de presos comunes y militantes de izquierda durante la dictadura militar (1964-1985). Inicialmente llamado "Falange Vermelha", buscaba defender los derechos de los internos frente a la violencia de los guardias. Con el tiempo, abandonó su ideología y se transformó en una organización criminal dedicada a asaltos, robos y, más tarde, al tráfico de drogas.

Durante los años 80, el CV se consolidó como líder en el tráfico de cocaína, estableciendo alianzas con cárteles colombianos y controlando barrios marginales de Río abandonados por el Estado. La organización impuso un sistema paralelo de gobierno en estas comunidades, proporcionando empleo y seguridad según sus propias reglas, mientras fortalecía su estructura fuera de las prisiones.

Expansión y rivalidades

Hoy, el Comando Vermelho tiene presencia en al menos 25 estados de Brasil y operaciones internacionales en Bolivia, Paraguay y, según informes recientes, la Guyana Francesa.

La facción mantiene enfrentamientos constantes con otras bandas como el Primeiro Comando da Capital (PCC), el Terceiro Comando Puro (TCP) y Amigos dos Amigos (ADA). Tras la ruptura de una alianza con el PCC en 2016, la violencia entre ambos grupos se intensificó, afectando incluso cárceles fuera de Brasil, como ocurrió en un motín en Paraguay en 2021.

Las milicias de Río, formadas por agentes de seguridad activos y retirados, también son enemigas históricas del CV, lo que genera una constante lucha por el control territorial en las favelas.

El poder territorial y tecnológico del CV

El Comando Vermelho no solo controla territorios físicos, sino que ha incorporado la tecnología a su modelo de negocios.

La banda desarrolló su propia aplicación de transporte, Rotax Mobili, junto con Amigos dos Amigos. La plataforma ofrecía servicios de taxi y moto dentro de los barrios bajo su control, y obligó a más de 300 conductores a unirse, generando ingresos mensuales de aproximadamente $185.000 para financiar sus operaciones criminales. La aplicación fue desarticulada por la policía en agosto de 2025.

En paralelo, el CV ha comenzado a extorsionar proveedores legales de servicios de internet en los estados del norte y noreste, desplazando a compañías legítimas para montar sus propias redes y cobrar por el acceso. Esta estrategia demuestra cómo el grupo combina control territorial y sofisticación tecnológica para ampliar sus fuentes de ingresos.

 

Liderazgo y organización

El Comando Vermelho funciona más como una red de células autónomas que como una organización jerárquica estricta. Sin embargo, algunos líderes sobresalen, incluso desde prisión. Entre ellos se encuentran Luiz Fernando da Costa ("Fernandinho Beira-Mar"), Márcio dos Santos Nepomuceno ("Marcinho VP") e Isaías da Costa Rodrigues ("Isaías do Borel").

La estructura flexible permite que los líderes operen de manera remota, coordinando decisiones estratégicas y órdenes de ejecución mediante llamadas y mensajes, mientras otros miembros expanden el control sobre territorios y actividades criminales.

El operativo

La operación en Penha y Alemão, que incluyó 2.500 agentes, 32 vehículos blindados y helicópteros, puso de relieve la magnitud de la confrontación entre el Estado y el CV. Con 119 muertos, se convirtió en el operativo más letal registrado en la historia de Río de Janeiro.

La violencia provocó el cierre de escuelas, la suspensión de servicios de salud y alteraciones en el transporte público. Vecinos denunciaron que muchos civiles quedaron atrapados en medio del fuego cruzado.

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