“Qué sea lo que Dios quiera”: Con miedo a deportaciones aficionados llegan a la Copa Oro
Años atrás, los juegos de la Copa Oro solían disputarse en escenarios con llenos a reventar, especialmente si participaban las selecciones de México, Guatemala o El Salvador.
Incluso la presencia de ticos, aunque menor, se hacía sentir en las gradas; sin embargo, la realidad hoy es muy distinta.
Los cambios en las políticas migratorias impulsadas por el presidente Donald Trump han generado un impacto directo en la cantidad de aficionados que se ven en los estadios.
Las últimas redadas en diferentes ciudades han generado un alto nivel de temor entre aficionados que, al no tener una situación migratoria regular, temen ser deportados.
Aun así, no faltan aquellos que deciden arriesgarse y dejar el miedo de lado con el único objetivo de sentirse cerca del país al ver a su selección.
“Que sea lo que Dios quiera”
Ese es el caso de Rodolfo Morales, un vecino de Guápiles que migró a los Estados Unidos hace 21 años en busca de un sueño que hoy vive.
Pese a que su condición migratoria es irregular, no teme lo que pueda suceder y afronta la realidad que se vive en el norte del continente con la mayor naturalidad posible.
“Cuando uno se porta bien y no tiene nada que temer, decide venir a los estadios. Si viniera Migración y me pidieran los papeles, no me van a deportar para la India, lo harán para mi país.
Uno ya está acostumbrado. No tengo temor, soy honorable, pago mis impuestos y, por eso, como siempre digo: que sea lo que Dios quiera”.
Sin embargo, no todos asumen este tema con tal naturalidad, ya que han tenido que vivir de cerca el drama de las deportaciones.
Ese es el caso de Dayana González, una tica que reside en los Estados Unidos desde hace siete años. Aunque su situación migratoria es completamente legal, eso no le impide experimentar de cerca el temor que provoca el entorno actual.
“La gente no viene por miedo a las redadas. Antes podíamos sentir más el apoyo entre nosotros, pero todo esto —las políticas migratorias— se ha convertido en un problema”.
Tanto en San Diego, California, como en Arlington, Texas, los aficionados costarricenses se han hecho presentes, aunque en un número muy reducido.
“No lo he sufrido en carne propia”
Con más de 23 años de vivir en los Estados Unidos, Alex Medal calificó como “desagradable” la situación que se vive tras el cambio en las políticas migratorias.
Radicado en Orlando, Medal aseguró que aún no ha tenido una mala experiencia en medio de esta coyuntura, pero es consciente de que muchos aficionados han dado un paso al costado y, por miedo, prefieren no ir a los estadios.
“Yo creo que sí (hay una menor presencia de afición), es normal. La gente tiene sus reservas y sus miedos, mucho más con las imágenes que se ven de otras ciudades como Los Ángeles”.
