Dejó atrás el miedo y con 19 años es todo un empresario

A los 19 años, muchos jóvenes piensan en salir con sus amigos, divertirse, entrar a la universidad y hacer cosas "de su edad". Una de esas excepciones a la regla es Felipe Castro, un joven diseñador quien -a su corta edad- es todo un empresario.

Hace dos años salió del colegio y lejos de quedarse esperando que le cayera algo del cielo, decidió aprovechar todo lo que había aprendido de su familia. Su madre y su abuela son diseñadoras y él quiso explotar su talento pero con su propia marca: KAV.

"La idea surge del interés que siempre he tenido por la moda, me desarrollé en ese ambiente y me han apasionado los negocios. Empecé a buscar ideas, a ver qué se estaba vendiendo en el mercado y empecé a diseñar con el concepto que quería", afirmó Castro.

Este joven escazuceño reconoce que -al principio- tuvo mucho miedo de arrancar una empresa y crear una marca. Sintió que tirarse solo al agua, a su edad, era más que arriesgado pero el apoyo de su familia terminó por darle el empujón que necesitaba.

"Me daba miedo que no se vendiera nada, pero a través de redes sociales y con el apoyo de mis amigos fue increíble el éxito. Me escribe muchísima gente, hemos enviado ropa hasta Guanacaste y todo ha tenido muy buena aceptación. No me imaginaba hace un mes que la marca iba a crecer tanto y he sentido la presión pero es algo que me gusta", afirmó.

Felipe divide su tiempo entre sus estudios en Administración de Empresas, el diseño y la fotografía, la fábrica, el mercadeo de la marca y el envío de pedidos, pues por ahora la tienda es virtual. Sin embargo, su idea es expandir el negocio y espera poder ofrecer más productos a corto plazo.

"Es un poco complicado, pero en realidad no lo veo como trabajo. Realmente disfruto hacerlo todo. Nunca había diseñado, hasta ahora. Siempre me había dedicado a la fotografía -tengo un blog también- y me encanta el arte… Toda la campaña publicitaria, los afiches y demás los diseñé yo. Estoy muy feliz con la respuesta de la gente y creo que ese es el pago al esfuerzo", añadió.

Este empresario busca que la gente vea en él un ejemplo y se motive a hacer lo que de verdad los apasiona.

"En Costa Rica tiene que haber un cambio de mentalidad, porque el pensamiento es muy cerrado en muchos aspectos y me encantaría motivar a cualquier persona a perseguir su sueño y a emprender un negocio. Los precios son bastante accesibles porque también quiero demostrar que en el país se puede diseñar de calidad y a bajo costo, no pagar caprichos", citó.

Si usted desea adquirir los productos de KAV Shop o contactar a Felipe puede hacerlo a través de la página en Facebook.