Ingenieros ticos crean respirador que podría ayudar en lucha contra el COVID-19
"Es algo sin fines de lucro, queremos ayudar".
(CRHoy.com) En medio de la crisis que vive el país por el COVID-19, un equipo conformado por 10 especialistas creó un respirador para asistir a las personas contagiadas con este coronavirus.
La idea nació de un grupo de exempleados de la empresa Intel, hace alrededor de 5 semanas, poco después de que el COVID-19 entró a Costa Rica.
Uno de ellos, llamado Mauricio Arce contactó a un amigo y le planteó la posibilidad de crear un prototipo. Fue así como se unieron con el ingeniero Mauricio León de la empresa TLS Precisión, para el diseño y la estructura de la obra. Sin embargo, él recomendó a especialistas de otra empresa denominada Enerza Industrial y juntos, decidieron echar a andar el proyecto, llevándose la sorpresa de que, algunos habían sido compañeros en Intel.
Poco a poco empezaron con el diseño y a probar materiales lo suficientemente resistentes para hacer algo de buena calidad y al final escogieron el aluminio de porosidad baja, ideal para ser utilizado en centros médicos, según el ingeniero Brian Muñoz.
¿Cómo funciona?
El respirador funciona de manera robótica con un AMBU (Airway Mask Bag Unit), que es una especie de respirador manual. Es muy utilizado por los paramédicos en las ambulancias, cuando están trasladando pacientes en condición crítica.
Los ingenieros tomaron el AMBU y lo adaptaron a una máquina que reemplaza la técnica manual. Con ello, pueden medir la frecuencia de la respiración y la compresión que el paciente necesita, todo a través de una pantalla.
"Robotizamos o automatizamos la compresión del AMBU. Una persona puede sobrevivir con un AMBU en su cara, pero nadie va a estar a su lado las 24 horas haciendo la ventilación manual. Lo que hicimos fue automatizarlo para que generara ventilación controlada y mantener bien al paciente. Funciona con electricidad", explicó Muñoz.
A ese respirador se le conecta una manguera que se le coloca al paciente. Se puede adaptar para adultos o niños.
En los últimos días, han realizado varias pruebas de respiración en comités de la Cruz Roja y en otros lugares con especialistas y terapeutas respiratorios.
El aparato es un poco más pequeño que los respiradores que se utilizan actualmente en los hospitales del país. Está diseñado con materiales como aluminio y una base protectora de acrílico, los cuales se consiguen a nivel nacional.
Apoyo
Muñoz aseguró que el proyecto es sin fines de lucro y que, lo que buscan, es aportar su granito de arena ante la situación que vive el país. Ahora, lo que necesitan es reunirse con jerarcas de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) o del Ministerio de Salud y plantear la propuesta.
"Lo que necesitamos es que ellos lo certifiquen o prueben que nuestro aparato no va a matar a alguien. Es sin fines de lucro, porque lo que queremos es ayudar. No queremos generar ganancias por la venta del ventilador", expresó Muñoz.
Según el ingeniero, han tratado de contactar a varias entidades públicas, pero no han tenido suerte. En muchos lugares les han pedido gran cantidad de trámites burocráticos, cuando lo que requieren es presentar el prototipo.
"Lo que necesitamos es un norte, saber a qué institución dirigirnos para empezar los análisis. Hemos andado por todo lado: la CCSS, Micitt, con el despacho del ministro (Daniel Salas), universidades… y nadie nos dice algo. Hay empresas interesadas en el proyecto para hacer alianzas, pero primero tenemos que validarlo", manifestó.
En el mercado internacional, los respiradores más baratos cuestan aproximadamente 25 mil dólares, mientras que, el prototipo creado por los costarricenses cuesta alrededor de 3.500 dólares, con materiales y mano de obra incluida.
Los ingenieros que están a cargo del respirador son Brian Muñoz, Bodney Lizano, Marco Soto, Pablo Araya, Ana Jiménez, Andrea Mora, Eduardo Castillo, Francisco Lanuza, Mauricio León, Cesar Araya.