Joven de 21 años propone el uso de bioplástico a partir de la semilla de aguacate
Mariel Ureña decidió buscar una solución para reducir el uso del plástico

Fines ilustrativos.
(CRHoy.com) Usar una semilla de aguacate para crear un biopolímero sin utilizar plástico, es posible. Así lo constató Mariel Ureña Granados, apasionada estudiante de Ingeniería Industrial.
La joven de 21 años culminó su bachillerato recientemente en la universidad Fidélitas y como parte de uno de sus proyectos finales, decidió buscar una solución para reducir o incluso eliminar el uso del plástico.
Actualmente, de las 300 millones de toneladas de plástico que se producen al año, más de diez millones acaban en los océanos formando islas plásticas que generan daños irreparables.
Por lo tanto, junto al ingeniero Octavio Loayza León, profesor de Materiales y Procesos Industriales de la carrera, la estudiante aceptó el reto de investigar -experimentalmente- la posibilidad de idear biopolímero a partir de la semilla de aguacate.
Esto con el objetivo de obtener un material idóneo, flexible y resistente para la elaboración de diferentes productos que sustituyan al plástico que son derivados del petróleo, pero que en su proceso de degradación sean altamente amigables con el ambiente.
Ureña detalló que con el biopolímero de la semilla de aguacate han logrado determinar aspectos muy positivos, entre ellos su resistencia al frío y al calor.

También celebró que con este proyecto se contribuye a reducir significativamente el plástico en el planeta, por su alto contenido de materia vegetal.
"En este momento, la formulación más exitosa que hemos experimentado es la probada con la semilla de aguacate molida, con reactivos como agua, ácido acético (3%) y glicerina", acotó la estudiante de Ingeniería Industrial, quien también aseguró que el panorama es muy positivo porque su elaboración es rentable y económica.
Las pruebas de biodegradación con biopolímeros de aguacate se realizaron bajo la simulación de condiciones ambientales extremas como radiación ultravioleta, lluvia, humedad y calor.
La biodegradación del material se da en 24 días, o sea, en menos de un mes el biopolímero se desintegra en el ambiente. El contenido de origen vegetal del biopolímero hace que se degrade en la tierra o en cualquier relleno sanitario.
"Se sabe que otros proyectos de investigación utilizan almidón de maíz, yuca, ñame, papa, camote, etc., que al fin y al cabo son alimentos que se dejarían de consumir, mientras en este caso, más bien aprovecharíamos un material de desecho como lo es la semilla de aguacate", agregó.
"El biopolímero tiene una huella de carbono mínima, siendo un producto que beneficia al planeta y ayuda a reducir la contaminación, con lo cual se haría un gran aporte al país", concluyó.

Con esta investigación se busca elaborar implementos de bioplástico cuya biodegradación sea rápida y no contamine el planeta.
El próximo paso es la elaboración y prueba de platos y cubiertos desechables, pajillas y bolsas plásticas, comentó Octavio Loayza León, profesor de Ingeniería Industrial de Fidélitas.