Julián Valverde pasó de cortar zacate en EEUU a firmar contrato con Red Bull
Se fue para ese país en 2019, se regresó a Costa Rica y posteriormente se fue de nuevo.
(CRHoy.com) Lo gracioso le sale con naturalidad, su manera de ver la vida y de narrar historias le ha generado miles de seguidores y de amigos virtuales. Hablamos de Julián Valverde, el tiktoker costarricense que empezó cortando zacate e instalando paneles solares en Estados Unidos y hoy es un creador de contenido, al que contratan marcas.
No nace un personaje y realmente Julián no es una persona para los videos y otra para la vida real, siento que hay cierta línea, obviamente cuando hago el video me hago un poquito más eufórico, pero realmente yo soy así. Julián es una persona bastante feliz, alegre, que la mayoría del tiempo anda buscando cómo verle la situación optimista a todo lo que le está pasando siempre, que es bastante soñadora, que dejó todo lo que tenía antes para buscar un nuevo horizonte.
Así se describe este joven, oriundo de Desamparados, quien contó su historia de vida a CRHoy.com, agradecido y feliz por todo lo que ha logrado y lo mucho que se esfuerza por seguir creciendo.
A los 14 años se fue de su casa por situaciones familiares y empezó a trabajar en varias cosas, hasta que se convirtió en bartender.
Desde que estaba en el colegio estaba decidido a cumplir el "sueño americano" y fue a los 19 años cuando finalmente lo hizo. Sacó la visa y se fue para Estados Unidos. Sin embargo, nada era como parecía.
"Probé cómo era la vida en EEUU y realmente no me gustó para nada. Como la vida le va poniendo a todos granitos que uno tiene que tomar, un amigo me dijo que tenía unos familiares en New Jersey y que nos viniéramos, que estaban pagando buenísimo. Recuerdo que nos dijeron que nos iban a pagar $13 la hora. Las cosas se escuchan muy lindas y tal cual, pero trabajábamos 13-14 horas diarias, haciendo jardinería, techos, que es un trabajo realmente muy, muy pesado", recordó.
Tantas horas en el trabajo, sin vida social, sin amigos y con cansancio extremo le empezaron a cobrar factura a Julián, hasta que un día se arrepintió y se devolvió a Costa Rica.
Fue en ese momento cuando cayó la pandemia y conseguir trabajo en suelo tico se complicó.
"En la pandemia me agarró un poquitito la idea de hacer videos. Yo los hacía, pero para mis amigos, no para publicarlos en TikTok. Cuando yo dije ‘no hay nada que esté haciendo aquí, estoy perdiendo mi tiempo, me va a tocar ir a arriesgarme otra vez. Voy a ir cambiado de mentalidad, a crecer, a aprender a hablar inglés, buscar alguna manera de trabajar con americanos'. Me vine para acá otra vez y fue donde empezó mi vida un poquito más formal", detalló.
Sus amigos latinos le abrieron las puertas de nuevo, pero con el pasar del tiempo, le salió una oportunidad para trabajar con estadounidenses, quienes le enseñaron a hablar inglés, tal como se lo había propuesto.
"Me trataron increíble, me dieron derechos como si fuera legal. Como tuve tanta libertad y eran tan buenos conmigo, ellos me dejaban usar el teléfono y se me ocurrió hacer videos trabajando y respondiendo preguntas de cómo era trabajar en EEUU", añadió antes de explicar que en los tiempos libres pasaba mucho tiempo con su gato, que se convirtió en su compañero inseparable.
"Un día estaba haciendo un video con él y me entró un flechazo en la cabeza y dije en un video ‘estoy viviendo en EEUU, si tienen preguntas de cómo es vivir aquí, hágamelas en los comentarios y yo les voy a responder lo que pueda. Me presenté y me fui a dormir. Al día siguiente, yo veía que tenía como 10 comentarios y durante el día empezaron a llegar más. De ahí empecé a hacer el contenido, qué recomendaba, qué cosas se podían hacer", afirmó.
A la gente le empezó a agradar el contenido de Julián y a divertirse con sus ocurrencias en TikTok, por lo que poco a poco empezó a ganar seguidores y hasta memes. Eso le ayudó a quitarse un poco el llamado "mal de patria" y a enfocarse en lo que estaba haciendo.
"Realmente me enamoré de hacer videos, de que yo quería estar grabando todos los días algo, hasta el día de hoy. Yo sí sabía que la gente que tenía visualizaciones y vistas, en algún momento podía llegar a hacer dinero de las redes, pero nunca fue como la meta. Yo trabajaba, hacía paneles solares -pasé por muchos trabajos- pero nunca aprendí a hacer algo tan bien como la energía solar. Yo vivía acomodado con eso y hacer videos era un hobby. Yo entraba a las 5:00 a.m. al trabajo y llegaba a la casa a las 5:00 p.m. me echaba una siesta, un par de horitas, comía, me bañaba y hacía stream. Yo estaba viviendo el sueño más grande", citó.
Esa exposición en redes le permitió conocer a Keiz y a Corner, con quien creó el programa "La Cantina", que se transmite los jueves por Twich.
"La Cantina es una charlatanería bonita, es nuestra forma de decir ‘es nuestra hora y media de decir tonteras, tranquilos, sin tener miedo a equivocarnos, porque realmente no nos tomamos nada serio' (…) Lo hicimos como un proyecto y realmente esa charlatanería bonita nos ha dejado muchísimas cosas y más que todo, una amistad bastante tuanis", agregó.
Muchas marcas empezaron a interesarse en su contenido e incluso personas lo contactaron como "managers", pero fue hasta después que empezó a informarse de lo que significaba crear contenido y monetizar con eso.
A la fecha, ha hecho contratos con marcas grandes como Red Bull y la Cervecería Costa Rica, pero también está generando dinero por sus videos en YouTube. Eso le ha dado estabilidad económica a tal punto que, el trabajo de paneles solares lo tiene como segunda opción.
Me hace feliz. Red Bull es algo que anhelaba y ahora tenerlo conmigo es como una locura, realmente haciendo lo que me gusta, pude llegar a conseguir cosas que nunca pensé.
Julián encontró el amor en "una macha" -como le dice de cariño- y aunque no comparte su gusto por las redes sociales, tienen una química especial y ella le ayuda en todo. Ahora trabaja con marcas, vive en Orlando y sueña con seguir creciendo, tanto en TikTok y YouTube, como en otras redes sociales.
El 95% de mis seguidores son de Costa Rica y el resto de EEUU. Para mí era una locura cada vez que yo pegaba un video de 600 mil vistas. Hace poquito sacamos nuestra propia marca de ropa, que se llama Valtico. Yo soy todo terreno, cuando hay que trabajar, se trabaja y cuando hay que hacer videos, se hacen. Yo sé que todas las cosas son por temporadas y estoy persiguiendo mi sueño, pero tengo cero problema en ponerme burros e ir de nuevo a trabajar en construcción. La meta es poner la bandera de Costa Rica en la comunidad de creadores de contenido.
Aunque la mayoría de personas lo apoyan, Julián es consciente de que también tiene detractores. Sin embargo, se enfoca solo en las cosas positivas y en aprender cada día.
Si usted desea conocer un poco más de él, puede seguirlo a través de TikTok, haciendo clic aquí, en Instagram, haciendo clic aquí o en su canal de YouTube, haciendo clic aquí.
