Tica cumple su sueño en Catar como tripulante de cabina para prestigiosa aerolínea
Soñaba con ser tripulante desde que era pequeña.
(CRHoy.com) Agarra una maleta, guarda algunas prendas y otros artículos dentro de ella y sale de su departamento ubicado en Doha, Catar, vestida con su uniforme de tripulante de cabina, el famoso uniforme morado de la aerolínea Qatar Airways. Así, emocionada, Paula Rodríguez, se va al aeropuerto.
Rodríguez, una joven de 23 años dejó atrás su natal Grecia para mudarse a Doha en setiembre de 2022 después de que recibiera la buena noticia de que fue contratada como tripulante de cabina para la aerolínea, la cual fue nombrada como la mejor aerolínea del mundo en el 2022 por Skytrax.
En el momento que recibió aquella esperada y emocionante noticia, su vida cambió por completo; pues tenía que mudarse de Costa Rica y despedirse de su familia y sus amigos, para irse a Catar.
La joven estaba muy emocionada, pero ansiosa al mismo tiempo, ya que no solo iba a ser la primera vez que trabajaba como tripulante de cabina, sino también que iba a vivir sola, en otro país.
Qatar Airways es reconocida por tener uno de los procesos más complicados para poder formar parte de ella. Involucra varias pruebas y exámenes que incluyen no solo un perfecto inglés, sino también incluso ciertos estándares a nivel físico (desde estatura, hasta no contar con tatuajes o perforaciones, por ejemplo)
Para ser tripulante de cabina para esta aerolínea, la joven se enteró de que Qatar Airways estaba en el país en busca de nuevos empleados y decidió ir a la entrevista.
"Fuimos 180 personas, tal vez, (…) ellos hicieron varias pruebas y fueron seleccionando a gente, entonces al final quedamos como 15 personas y luego hicieron otro pequeño recorte", comentó la joven.
"A los meses ya empiezan a llamar a las personas para traérselas para acá (a Catar)", indicó.
Rodríguez contó que desde muy pequeña soñaba con ser sobrecargo, cuyo trabajo le llamaba la atención al ver a los tripulantes caminando por el pasillo dentro del avión, atendiendo a cada uno de los pasajeros en sus viajes, pero fue hasta que tenía 15 años que decidió estudiar para convertirse en una de ellas.
En ese momento, se dio cuenta de que no quería ir a la Universidad, ya que no había ninguna carrera que le llamara la atención; sus ojos, su corazón y su mente estaban dirigidos hacia el avión, el uniforme y la necesidad y las ganas de caminar por el pasillo brindándoles su atención a los pasajeros.
Sus padres la apoyaron con su decisión, le brindaron toda la ayuda que necesitaba desde que estudió esta carrera en el Instituto de Formación Aeronáutica (IFA) durante seis meses, periodo que duraba el curso, hasta su mudanza a Catar.
"Ellos están muy felices de verme cumplir mis sueños", dijo Rodríguez.
Después de que se graduó del colegio, estudió para convertirse en tripulante de cabina en el IFA.
La joven de 23 años vio la realidad detrás del trabajo de los tripulantes cuando entró a la academia y también cuando empezó a trabajar; para ella, el trabajo es lindo y emocionante porque tiene la posibilidad de viajar a diferentes países, pero es demandante al mismo tiempo.
"Uno está expuesto a cambios durante todos los meses, el jet lag le afecta mucho a uno y la fatiga es algo que está muy presente", explicó Rodríguez.
"Es un trabajo donde se viaja y se da servicio en el avión, pero es muchísimo más que eso (…) es velar por la seguridad de los pasajeros que están en el vuelo y también del vuelo", añadió.
Su vida en Catar
Rodríguez recuerda que todo sucedió muy rápido cuando se mudó a Catar; la joven pasó el día antes de su viaje con su mamá, su abuela y una prima.
También comentó que empacar unos días antes nunca ha sido lo suyo; un día antes de su vuelo a Catar empacó su vida en dos maletas.
"Al día siguiente me levanté muy temprano tipo 6 de la mañana. A las 7 a.m. ya estaba saliendo rumbo al aeropuerto con mi mamá y con mis tíos", dijo la joven tica.
"Ese día salí de Costa Rica tipo 10 de la mañana hacía Panamá, después de Panamá a Brasil, y de Brasil a Doha; entonces fue un día muy largo, muy cansado, fue un día lleno de emociones", añadió.
Desde que vive en Catar, trata de hablar con sus padres y sus amigos cada vez que puede; la comunicación es un poco difícil debido a la diferencia horaria entre los países.
La joven comentó que extraña mucho a su familia y a sus amigos, así como la comida.
Rodríguez indicó que el vivir en Catar no ha sido complicado, ya que la mayoría de las personas que viven allí hablan inglés y por ello, afortunadamente, no ha tenido problemas de comunicación con otras personas.
Además, la joven contó que no ha tenido choques culturales, pero que le ha llamado la atención la variedad de extranjeros que viven en Catar, así como que, al ser un país mayoritamente musulmán, Rodríguez ha presenciado los momentos en que todo el país da un paro a diferentes horas del día para rezar.
"Cuando es hora de rezar, se escucha como un tipo de canto", señaló Rodríguez.
"Los viernes, por ejemplo, a las 11 de la mañana cierran todo; me di cuenta de eso porque una vez estaba en el mall y estaba por Starbucks, a las 11 de la mañana empezó a sonar ese canto y empezaron a cerrar todas las tiendas, apagaron la luz en el Starbucks", contó.
Por otra parte, Rodríguez señaló que ha experimentado el clima frío en Catar, pero que aún no ha vivido los calores extremos al estar en un país desértico.
"Todavía me falta experimentar que llegue a 51 grados", dijo la joven.
La joven de 23 años también tuvo la oportunidad de vivir el ambiente mundialista que se sentía allá en noviembre y diciembre de 2022; Rodríguez asistió a algunos partidos para apoyar a la Selección de Costa Rica.
Expresó que es importante que los futuros tripulantes de cabina no se rindan y que aprovechen las oportunidades de las aerolíneas que están reclutando, así como señaló lo indispensable que es la preparación y la práctica para las entrevistas y también el aprender algún idioma.
"Nunca se den por vencidos, eventualmente todo el esfuerzo va a tener su recompensa", dijo la joven tica.