Un implante despertó su sentido y los sacó del silencio de la sordera
En Costa Rica hay alrededor de 70 mil personas sordas y solo 400 personas cuentan con un implante coclear
(CRHoy.com) Era un sábado soleado en La Sabana, muchos estaban emocionados por conocer a otros que tenían algo en común: un implante coclear. Esa era la primera vez que se reunían varias personas sordas, a quienes un implante coclear los sacó del silencio y que ahora forman parte del grupo "Escuchar con Amor".
En abril del 2016 Nancy Guzmán, fundó el grupo en WhatsApp con la finalidad de compartir experiencias y consejos de vida entre los usuarios de implante coclear, padres de familia y terapeutas. Según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), en Costa Rica hay alrededor de 70 mil personas sordas y solo 400 personas cuentan con un implante coclear.
"Nace de una inspiración de Dios para apoyar, orientar y ayudar a personas en este proceso pre implante y post implante, creo que ha sido un éxito porque muchas familias han podido aclarar dudas y apoyar a otros", comentó Guzmán.
Un implante coclear es un dispositivo que consta de dos partes. Una de ellas se coloca dentro de la cabeza y se implanta quirúrgicamente dentro del hueso que rodea el oído (hueso temporal). Este es un estimulador-receptor, que recibe, decodifica y luego envía una señal eléctrica al cerebro. La otra parte del implante es un dispositivo externo que consiste en un micrófono/receptor que recibe el sonido, lo convierte en una señal eléctrica y lo envía a la parte interna del implante coclear. Al paciente lo operan y semanas después le activan el dispositivo.
Estas son algunas de las historias de los asistentes:
¿Cómo es escuchar por primera vez?
Brithany Quirós, es hija de Nancy Guzmán. Ella es estudiante de octavo año y fue diagnosticada con sordera profunda bilateral cuando tenía 1 año y 6 meses.
Su mamá pensó que su hija nunca la escucharía decirle cuánto la amaba y que nunca escucharía lo mismo de su voz. Pero eso fue posible gracias al implante coclear que se dio el 31 de octubre de 2007.
"Dicen que me asusté y lloré. Poco a poco me fui acostumbrando a escuchar y aprendí a hacerlo, para identificar los sonidos, ahora disfruto de los mapeos (chequeos) y de las revisiones para cada día escuchar mejor", comentó la joven.
Un cineasta que volvió a vivir
Marcos Machado es un cineasta y productor audiovisual costarricense que no veía cómo podría seguir cumpliendo sus sueños, hacer películas, trabajar, o interactuar con personas.
La pérdida auditiva de Machado, o "SoundBoy" como muchos le conocemos, es fruto de una pérdida auditiva conocida como la "Sordera de los Monge", una familia de Cartago que poco a poco pierde el sentido del oído, por una causa hereditaria.
"La particularidad es que nacemos oyentes y nos quedamos sordos en algún momento de nuestras vidas, depende de la persona, en mi caso comenzó a manifestarse a los 13 años", relató.
Un día él notó su dificultad en la comprensión del habla y los médicos confirmaron su sordera severa, por lo que empezó a usar aparatos auditivos, audífonos de distintos tipos y marcas.
"Mi sordera fue progresando y ya a mis 30 años más o menos comencé a tener de nuevo muchos problemas de comprensión independientemente del modelo de audífono que usara, fue ahí que comencé a buscar opciones para hacer el implante. Y como costarricense, siempre la opción más natural era hacerlo por la CCSS", agregó.
Desde que se implantó, su vida ha cambiado totalmente. Machado pensó que su vida profesional se iba a acabar tras su diagnóstico, pero eso no fue así.
"Después del proceso de terapia, de suma importancia para mi recuperación, las puertas volvieron a abrirse, mi autoestima volvió, recuperé la seguridad en mi mismo, utilicé mis habilidades de comunicación y producción audiovisual para compartir mi historia en redes sociales, eso me llevó a conseguir un trabajo como coordinador de marketing de una empresa internacional", explicó.
Él ahora viaja por el mundo compartiendo su historia, hace videos sobre otras personas que recobraron su vida gracias al Implante Coclear.
"Actualmente estoy en proceso de mudarme a vivir a Brasil, luego de que en un año logré aprender a hablar portugués y me siento completamente vivo y renovado, con metas más altas que nunca", comentó.
Este productor nunca se olvida de aquella sensación cuando le activaron el implante. Para él fue inolvidable, sentir el estímulo en un lugar de su cuerpo que antes había estado dormido, escuchar ruido, sentir su cerebro intentando entender qué estaba sucediendo y finalmente la voz de su madre.
Al inicio, no podía distinguir nada, ni siquiera la voz de un hombre y de una mujer, pero con los días todo mejoró.
Ahora disfruta de la música y de actividades como ir al teatro, a espectáculos, a fiestas, a cenas, cosas que antes le provocaban pánico y ansiedad.
Siempre recordará aquel momento en el que ya no entendía nada de lo que le decían o escuchaba. Por eso Machado quiere que "otros recién implantados entiendan que no se escucha siempre al momento de ser activado, aunque ya conocí quienes lo lograron; siempre les recuerdo que cada proceso es particular, cada historia depende de muchos factores. El éxito del implante, al igual que todo en la vida, va a depender del esfuerzo que cada uno ponga en ello. Y por supuesto el acompañamiento profesional audiológico, la terapia auditiva verbal y el apoyo de amistades y familiares es absolutamente fundamental."
A punto de terminar el colegio
Al encuentro llegó una joven alta y tímida al lado de su madre. Es Fiorella Fernández. Ambas se sentaron junto al resto de los usuarios de implante coclear y su mamá contaba su historia.
Fiorella es una joven apasionada del voleibol y fue implantada en el 2007. Nació con sordera y utilizó audífonos, pero sus padres se dieron cuenta de que no le funcionaban.
Hasta que por medio de la Caja Costarricense del Seguro Social (CCSS) y al programa del Dr. Eladio Valverde, ella recibió el implante.
"Me cambió bastante. Pude aprender a escuchar, a hablar y tener las conversaciones chivas con mis amigos", contó Fiorella quien cursa el quinto año de secundaria. Ella es una chica que nunca deja de sonreír y le encanta estar con sus amigos.
Creador de videojuegos
En aquella reunión, me reencontré con un amigo de toda la vida, Juan Manuel Currea, a quien lo conocemos como Juancho. Él fue implantado en Colombia, porque en Costa Rica se empezaron a hacer hasta setiembre de 2002.
Juancho nació un sábado 25 de abril de 1998; en aquel momento todo estaba bien. Sin embargo, dos días después no comía y le dio fiebre. Su padre lo llevó al hospital y le dieron Gentamicina, ya que creían que tenía fiebre por infección. Eso le provocó la sordera.
Lo implantaron en el Hospital Militar de Bogotá a los 3 años y 8 meses en noviembre de 2001. Él recuerda que al principio miraba a su alrededor y no entendía que sucedía. Cuando le activaron el implante, se sorprendió y sonrió al escuchar por primera vez.
Ahora le gusta mucho escuchar música. Estudia desarrollo de los videojuegos en la Universidad Creativa; los videojuegos ha sido su pasión en toda su vida.
** Esta nota fue escrita por Ingrid Hidalgo Arroyo, estudiante del curso de Géneros Periodísticos de la Universidad San Judas Tadeo.