A partir de octubre estaremos viviendo un intenso proceso electoral, con cerca de 30 partidos inscritos en el nivel nacional y algunos más en provincias.
Va a ser una campaña dura, pero con muchas caras nuevas y, espero, personas más comprometidas con la defensa de la Constitución Política, la democracia y la elevación de la dignidad del cargo presidencial.
También escogeremos 57 diputados de diversas corrientes de pensamiento, lo que fortalecerá la diversidad de ideas e intereses de los sectores que componen la Costa Rica de hoy. Los retos del futuro son complejos, más con lo que sucede en el ámbito global: el golpe de los aranceles, las transformaciones tecnológicas veloces e impresionantes, los problemas ambientales, narcotráfico, guerras y dictaduras, entre otros.
En ese contexto, los medios de comunicación y los periodistas tienen una seria responsabilidad con el país: ser transparentes, fortalecer la confianza ciudadana en las elecciones e informar de todos los actores participantes.
El objetivo de los medios y periodistas responsables es vigorizar la calidad de la democracia para que cada elector ejerza su derecho al voto con todo el conocimiento posible y con absoluta libertad.
Lo ideal es que cada medio -evitando cualquier sesgo editorial- informe de manera clara, precisa y oportuna de todas y todos los candidatos, sus partidos y sus propuestas para fortalecer el debate social y el análisis y se promueva una reflexión colectiva sobre las mejores alternativas para el país.
Dándole espacio a todas las voces se lograría una mayor equidad en la competencia electoral y se facilitaría un real debate democrático.
El reto es enorme: dar una información equilibrada, programar entrevistas serias, planificar debates equitativos y espacios respetuosos de confrontación de ideas son todo un compromiso ético para los periodistas y los medios. Solo así los habitantes podrán comparar, contrastar y evaluar las propuestas y a todos y todas las candidatas.
Un sistema político como el costarricense requiere de un libre flujo de ideas y opiniones para impulsar el pensamiento crítico, fiscalizar el poder, impulsar la transparencia, evitar los abusos y las manipulaciones.
Los defensores de la libertad de expresión y prensa consideramos fundamental la autonomía de los medios noticiosos, sin censura, sin chantajes, sin amenazas, ni presiones indebidas. Por eso apoyamos a los medios en caso de enfrentar acciones de intimidación, coacción o descrédito. Creemos que la libertad de prensa no solo garantiza el ejercicio del periodismo, sino también el derecho de la ciudadanía a estar informada.
Pero también debemos tener claros los riesgos para los medios informativos. Deberán enfrentar las campañas de desinformación, las noticias falsas, la manipulación de imágenes, las campañas negativas basadas en la descalificación personal, sin sustentos ni investigación y la circulación de rumores que solo procurarán confundir y atentar contra el proceso electoral.
Todo eso además de los llamados "bots" y "trolls". Horrendas criaturas de las plataformas digitales y redes sociales que han llegado para engañar, difamar y enlodar el debate democrático con la creación de ejércitos de cuentas automatizadas para viralizar contenido falso o toxico, lo que aumenta la polarización social y dificulta la deliberación ciudadana informada.
Dar todas las alternativas disponibles y tener las ventanas abiertas para la crítica sana son los compromisos de los medios informativos que creen en la democracia. Algunas personas posiblemente se aislarán o se expondrán selectivamente a las ideas que les son afines, limitando el pluralismo, creando cámaras de eco y dificultando el contraste de ideas. Ese es su triste derecho: aislarse y negarse a escuchar otras voces.
Pero la integridad de los procesos electorales en democracia requiere de un periodismo responsable y medios de comunicación plurales, éticos y transparentes. Su labor es clave para garantizar elecciones auténticas, fiscalizar al poder, promover una ciudadanía informada, consolidar la confianza pública y los principios democráticos.
En resumen, la prensa contribuye decisivamente al ejercicio libre, informado y efectivo del derecho al voto, consolidando así los pilares de la democracia.