
Introducción:
Rinconcito Cusqueño vive callado en una esquina de La Sabana —decoración sencilla, perfil bajo— pero grita fuerte con su sabor y su sazón.
Ofrecen cocina casera al estilo del Perú profundo: porciones grandes, sazón intenso y platos que llegan humeando. No es un sitio moderno ni de fusión; es para quienes buscan el sabor clásico, bien hecho y sin vueltas.
Ambiente:
El nombre lo dice todo: es un rinconcito. Acogedor, sencillo y con detalles que te recuerdan al Cusco —banderas, textiles, imágenes de Machu Picchu— sin caer en lo turístico. La atención es amable, el espacio es relajado, y la música de fondo te acompaña sin molestar. Ideal para una comida tranquila entre semana o para una escapada gastronómica en fin de semana.
Qué pedir:
El ceviche mixto es la entrada obligatoria: fresco, bien ácido y con esa combinación de texturas que solo el ceviche peruano maneja.
El ají de gallina es pura comida para el alma, con su espesa salsa, huevo duro y arroz blanco para acompañar.
Chaufa de mariscos: Afrodisiaco en un plato, el sabor es la perfecta combinación de lo que conocemos como arroz cantones mezclado con nuestro tradicional plato de arroz con mariscos.