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Sala IV: UCR no violó libertad de expresión al aplicar protocolo en protesta estudiantil

Por Andrey Villegas | 15 de Jul. 2025 | 12:21 pm

Universidad de Costa Rica

La Sala Constitucional declaró sin lugar un recurso de habeas corpus interpuesto contra la Universidad de Costa Rica (UCR), en el que se le acusaba de violar el derecho a la libertad de expresión al solicitar el retiro de mantas durante una manifestación estudiantil.

En la resolución N.° 2025021036, correspondiente al expediente 25-016022-0007-CO, se determinó que las autoridades universitarias no tuvieron la intención de lesionar ni de limitar injustificadamente la libertad de expresión de los manifestantes, y se reconoció la existencia de protocolos para el uso de los espacios universitarios.

"Al valorar los hechos, este Tribunal estima que la libertad de expresión de los tutelados debe ser armonizada con el orden público y los derechos de terceros. En ese sentido, el cumplimiento de un protocolo para el uso de espacios públicos —en tanto sea razonable y justificado— permite lograr un equilibrio de esos elementos. Así, en el caso concreto, se observa que las autoridades determinaron un riesgo para las personas a través de la acción de los manifestantes, toda vez que las mantas fueron colocadas en lugares sin elementos de seguridad suficientes", declararon los magistrados en el fallo.

Además, la resolución detalla que el cumplimiento del protocolo permite un equilibrio con los derechos de otras personas o con otras actividades que se realicen en esos espacios.

En cuanto a la presencia de oficiales de seguridad, la Sala descartó que esta representara alguna lesión a la libertad de expresión, al considerar que la función de dichos funcionarios es velar por el orden y el respeto a los derechos de todas las personas, incluidos los manifestantes. No obstante, sí fue necesaria su intervención para que la directora ad interim de la Escuela de Estudios Generales, Marlen Calvo Oviedo, pudiera salir del edificio, ya que los manifestantes obstruían su paso.

La Sala Constitucional también señaló que no existen pruebas suficientes para establecer una relación directa entre los hechos denunciados y las lesiones alegadas.

"La Universidad de Costa Rica reitera su compromiso con el respeto a los derechos fundamentales, la libertad de expresión y la participación democrática de la comunidad universitaria, en el marco del orden y la seguridad institucional… y continuará promoviendo el diálogo abierto y el respeto mutuo como vías para la resolución de diferencias y el fortalecimiento de la vida universitaria", manifestó la institución.

El caso

El hecho denunciado ocurrió el pasado 30 de mayo, durante una manifestación estudiantil en el edificio de la Escuela de Estudios Generales, donde se colocaron afiches y mantas como forma de expresión simbólica. Sin embargo, funcionarios de la UCR informaron que existe un protocolo para la utilización de los espacios, con el fin de resguardar la seguridad y el orden institucional.

Según el recurso, entre las 2:00 p. m. y las 3:00 p. m., la directora ad interim de la Escuela, Marlen Calvo Oviedo, se acercó a los estudiantes y les indicó que las mantas no podían estar ahí debido al protocolo vigente, y que para colocarlas era necesario presentar una carta firmada por una autoridad universitaria.

"Le solicitó a una persona estudiante que la acompañara a la dirección para redactar dicha carta. Sin embargo, quedó claro que la única persona que podía firmarla era la misma directora, quien expresó que no lo haría, imposibilitando cualquier intento de cumplir con ese requisito", señaló el recurrente.

Asimismo, se indicó que un hombre de apellido Brenes, jefe de seguridad universitaria, se apersonó junto a tres oficiales más, aparentemente con la intención de retirar directamente las mantas, por lo que los estudiantes optaron por removerlas ellos mismos para evitar el decomiso.

No obstante, el recurso agrega que otro funcionario, de apellido Agüero, regresó minutos después "en un estado visible de exaltación", arrancando afiches y papeles de forma "deliberadamente hostil". Incluso habría dicho frases como: "No le tengo miedo a nada, mucho menos a ustedes".

Posteriormente, los estudiantes trasladaron su protesta al Pretil y, alrededor de las 5:00 p. m., se dirigieron al área administrativa del edificio.

"La manifestación continuó sin violencia, pero los funcionarios respondieron una vez más con la presencia intimidante de seguridad universitaria. El jefe de seguridad indicó en repetidas ocasiones que estaban cometiendo 'vandalismo' simplemente por escribir con marcadores de pizarra y tizas en el piso, material efímero que no genera daño permanente ni relevante a la infraestructura", señala el recurso.

Luego, Agüero y Brenes escoltaron a la directora Marlen Calvo Oviedo fuera del edificio, "como si se tratara de una evacuación de emergencia", alegando que su integridad física estaba en riesgo, aunque —según el recurso— no existía amenaza alguna, e incluso había otra salida completamente desocupada que pudieron haber utilizado.

Finalmente, el recurso acusa a Agüero de haber acelerado su vehículo deliberadamente contra un grupo de estudiantes al intentar salir del campus, mientras estos le solicitaban dialogar y rendir cuentas por sus acciones. Esta acusación también fue rechazada por los magistrados.

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