En 2020, Apple asumió dentro de sus objetivos estratégicos que su cadena de suministro y sus productos serían 100% neutrales en emisiones de carbono para el 2030. Posiblemente preocupados por el impacto en el ambiente, pero también porque las empresas menos contaminantes cotizan mejor en el mercado accionario. Al mismo tiempo, en Colombia la empresa Argos obtuvo préstamos a menores tasas por demostrar que tiene indicadores que promueven la equidad de género y la lucha contra el cambio climático.
La pandemia ha sido el punto de inflexión para consolidar una clara tendencia en el mundo, que se conoce como ASG (Ambiente, Social y Gobernanza), que está cambiando de forma significativa los gustos de las personas y los objetivos de las empresas. El shock llegó para quedarse.
La A de Ambiental, se relacionada a todas las iniciativas en pro de la preservación del ambiente y el desarrollo sostenible. El sexto informe del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático ha sido contundente en como la crisis climática es consecuencia de la forma en que hemos estado haciendo las cosas. Ya las consecuencias se han materializado y podrían empeorar en los próximos años.
La S de Social, se relaciona a todas las iniciativas que buscan la promoción y desarrollo de los grupos relacionados a las empresas, como los colaboradores, clientes, accionistas, la comunidad y también con la generación de políticas inclusivas con grupos que por razones históricas o coyunturales tienen alguna condición de vulnerabilidad.
La G de Gobierno, está en función a la toma de decisiones éticas y responsables, bajo códigos de conducta que promuevan la rendición de cuentas y la transparencia en la toma de decisiones.
El Clúster de Transparencia, Buen Gobierno e Integridad de España, compuesto por más de 50 grandes empresas concluyó que los eventos relacionados con aspectos ambientales, sociales y de buen gobierno que no fueron bien gestionados generaron pérdidas de entre el 10% y el 25% del valor de las compañías, mientras que el Instituto de Actuarios del mismo país, encontró que al analizar índices de desempeño de las inversiones, empresas en las que más del 50% de sus ingresos se relaciona con negocios sostenibles, estaban generando una rentabilidad alrededor del 24% contra el 1,37% de otros índices de referencia.
Hay una sociedad más consciente, y esto implica mayor preocupación por consumir productos, servicios y participar en actividades afines a los temas ASG. Las empresas están promoviendo estas estrategias, no solo para fortalecer la reputación, sino porque a través de estas, se pueden desarrollar negocios y crear valor, es decir, contribuir de forma importante a la rentabilidad y el crecimiento, eso sí, con un componente de sostenibilidad.
Sin embargo, los temas ASG y sus potenciales beneficios, no son exclusivos de las empresas privadas, pues también son medulares para promover con éxito políticas públicas y utilizarlo como herramientas de desarrollo sostenible. No es casualidad que muchos gobiernos, inclusive de la región, países como Chile ya han logrado financiarse en los mercados a través de instrumentos “verdes”, “sociales” y “sostenibles”, al punto que han llegado a representar cerca del 15% de su deuda, siendo una alternativa atractiva para los inversionistas y superando las expectativas de colocación de las autoridades.
Los temas ASG se han convertido en parte de la visión de las empresas, que les permite potenciar el logro de sus objetivos, así como evitar pérdidas de competitividad y la materialización de riesgos. Independientemente de su tamaño y giro de negocio, cada empresa debe continuar por la ruta de consolidación hacia principios ASG, y para las que no lo han hecho, no hay tiempo que perder.
Pedro Aguilar
