Sicarios son enterrados como héroes en barrios de Puntarenas y Limón
Según Mario Zamora, antes delincuentes morían solos
Las bandas están consiguiendo nuevas formas de reconocimiento para seducir a los gatilleros al punto que en algunos barrios de Limón y Puntarenas, son enterrados de forma célebre, como si se tratara de un héroe local.
Así lo describió el ministro de Seguridad, Mario Zamora, durante una audiencia ante los diputados de la Comisión Legislativa de Seguridad y Narcotráfico, este jueves.
La Fuerza Pública ha identificado distintas formas para premiar sin dinero a los sicarios dentro de las bandas criminales. Esto con el fin atraer principalmente a los menores de edad, para que se conviertan en asesinos a sueldo.
Hemos visto situaciones fuera de lugar que uno no se imaginaría ocurren en Costa Rica: el entierro de un sicario en un barrio de Puntarenas celebrado por las personas, como si fuera la muerte de un héroe.
Si algo he notado a lo largo de los años, es que normalmente los delincuentes morían solos. Siempre era estrictamente su madre o alguien muy allegado y en lugares absolutamente en solitario.
No se me olvida una llegada una vez a Limón a las 9:30 p.m., de pronto observo una cantidad superior a 200 personas en un lugar, y me informaron que estaban velando a un sicario que habían ajusticiado por otros sicarios, un día antes.

Foto con fines ilustrativos.
No es solo por plata
De acuerdo con las autoridades del Ministerio de Seguridad Pública, el dinero y la necesidad económica no son los únicos imanes para atraer a los jóvenes para que ocupen un rol determinante dentro del crimen organizado. Muchos se incorporan, aunque no necesiten el dinero.
Creíamos de manera fija que solo la pobreza era generadora de delincuencia. Ese fue el principio rector durante muchísimos años y poco se discutía el fenómeno. Cuando empezamos a estudiarlo a fondo en sede criminológica, nos damos cuenta que no.
Hay jóvenes que tienen condiciones óptimas de vida que aún así escogen la vida del ingreso a bandas criminales, porque tal vez ahí logran lo que no tenían.
Las tribus urbanas, como se denominan estos grupos, les dan a estar personas reconocimiento, pertenencia a algo y la posibilidad de ascenso jerárquico mediante la actividad criminal. Entre más letales son, más sube su reconocimiento.
Los patrones para reconocer las conductas criminales provoca que Costa Rica deba apurarse en modificar algunas leyes, como proyectos para sancionar más duramente el sicariato, añadió Zamora.