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OIJ y DEA se dividen alto volumen de reportes sobre posible ubicación del Diablo

Por José Adelio Murillo | 17 de Jun. 2025 | 9:04 am

El Organismo de Investigación Judicial (OIJ) y la Administración de Control de Drogas (conocida como DEA por sus siglas en inglés) trabajan de forma conjunta ante el alto volumen de informaciones y reportes que reciben sobre la posible ubicación de Alejandro Arias Monge, alias Diablo, el criminal más buscado en Costa Rica.

Gracias a una coordinación entre la Fiscalía General de la República y el OIJ, el Departamento de Estado —ministerio del gobierno de Estados Unidos— acordó ofrecer una recompensa de medio millón de dólares a cambio de información que conduzca a la captura o enjuiciamiento del supuesto capo.

Desde el pasado 30 de abril se publicó el cartel de recompensa por $500.000 del Programa de Recompensas contra el Crimen Organizado Transnacional de EE. UU., y desde entonces se han recibido decenas y hasta centenas de reportes.

Randall Zúñiga, director del OIJ, explicó a CR Hoy que, debido a la carga de trabajo, las entidades se han dividido en dos frentes: uno conducido por las autoridades judiciales costarricenses y otro por la agencia antinarcóticos estadounidense.

"Hay dos líneas de trabajo: una que la está trabajando la DEA, que nosotros no nos metemos en eso, y otra que trabaja el OIJ con las informaciones y las mismas investigaciones que nosotros estamos llevando. 

Tenemos un equipo de trabajo dedicado para abordar únicamente este tema de Diablo y producto de esa recompensa de la DEA nos han llegado informaciones importantes", detalló el jefe policial.

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Cada uno de esos reportes es revisado y examinado para verificar su veracidad o falsedad. La policía judicial recibe reportes confidenciales, y de forma paralela, la DEA transmite parte de la información que recibe al OIJ para que se pueda operativizar el posible hallazgo de Diablo.

"En la DEA están haciendo una especie de recopilación o centralización de las informaciones que le están llegando y otra es la operatividad que hace OIJ producto de las informaciones que llegan a nuestra línea confidencial", añadió Zúñiga.

Algunas particularidades han convertido a Arias Monge en un criminal sin precedentes en el país, según reconocen las autoridades judiciales. El grado de violencia con el que actúa, la expansión territorial mediante alianzas delictivas y su forma de movilizarse lo han convertido en el objetivo más difícil de atrapar.

Aunque en Costa Rica se han golpeado organizaciones con mucho mayor "poderío" económico que la banda de Diablo, estas suelen estar más enfocadas en el trasiego internacional de estupefacientes y optan por operar de forma menos violenta.

También han existido estructuras criminales muy agresivas con armas de grueso calibre, pero se concentran en zonas específicas, a diferencia de Diablo.

A eso se suma su habilidad para ocultarse, muy poco común en un cabecilla de su nivel. Su cercanía con Nicaragua le permite moverse en zonas rurales de difícil acceso, cruzar la frontera y volver según la presión policial, lo que complica su captura en comparación con sujetos que operan en regiones más urbanas.

Además, Arias Monge alterna entre mantener un perfil muy bajo y reaparecer con gran notoriedad. Comenzó sus actividades ilegales en Guápiles, generando una ola de violencia en el Caribe costarricense.

Formó una estructura en alianza con otros delincuentes, lo que le permitió extender su influencia a zonas como Sarapiquí, San Carlos, puntos de Guanacaste y el Pacífico Central.

Donde llega su banda, siembra el temor con armas de fuego y se le atribuyen hasta 100 muertes. Todo esto llevó a que, por primera vez, el gobierno de Estados Unidos ofreciera una recompensa por la captura de un costarricense.

Para el OIJ es fundamental dar con su paradero, pues actualmente busca controlar rutas de tráfico de drogas para consumo local, introduciendo marihuana y cocaína de Colombia al país.

No se descarta que Diablo intente convertirse en una estructura criminal con influencia regional y monopolizar el movimiento y comercialización de estupefacientes. Su alias se ha convertido en una especie de franquicia entre vendedores de droga, que lo utilizan sin que él esté presente o sin tener vínculo directo.

Coordinación con Fiscalía

Aunque el presidente Rodrigo Chaves Robles y su ministro de Seguridad, Mario Zamora Cordero, han intentado presentar la recompensa ofrecida por EE. UU. como un logro político de su gobierno, lo cierto es que, legalmente, la coordinación debe realizarse con la Fiscalía General de la República.

Esto porque el Código Procesal Penal establece que los acuerdos de investigación con cooperación internacional deben ser aprobados y supervisados por el fiscal general, en este caso, Carlo Díaz.

Fuentes judiciales explicaron a CR Hoy que, para que Estados Unidos ofrezca una recompensa, debe existir un acuerdo entre autoridades de ambos países, que garantice el futuro jurídico de Arias Monge en caso de ser arrestado.

Si es capturado fuera del país, lo más probable es que sea remitido y procesado en territorio estadounidense. Pero si es detenido dentro de Costa Rica, la DEA necesita garantías sobre cómo será procesado judicialmente.

La ley también indica que, cuando se atribuyen a sospechosos vínculos con organizaciones de carácter regional o internacional, es el Ministerio Público quien puede formar equipos conjuntos de investigación con instituciones extranjeras, con la aprobación y supervisión del fiscal general.

La DEA atribuye a Arias delitos de tráfico de drogas, homicidio y lavado de dinero en territorio costarricense, así como conspiración para fabricar, importar y distribuir sustancias controladas hacia EE. UU.

La agencia lo describe como el jefe de una violenta organización criminal transnacional (TCO, por sus siglas en inglés) y lo considera el fugitivo más buscado de Costa Rica, debido a múltiples órdenes de captura por tráfico de drogas, robo, homicidio agravado y lavado de dinero.

Las autoridades estadounidenses afirman que este supuesto capo ha conspirado con múltiples narcotraficantes y organizaciones de tráfico de drogas (DTO, por sus siglas en inglés) para transportar cargamentos de cientos de kilogramos de cocaína desde Colombia.

Esa cocaína se contrabandea por Costa Rica, Honduras y Guatemala, hasta llegar a México, con destino final en Estados Unidos.

"La organización de Arias también utiliza las redes sociales para intimidar a los ciudadanos costarricenses publicando imágenes de armas de fuego, mensajes amenazantes al público y a líderes gubernamentales y videos de asesinatos", señala la publicación del Departamento de Estado.

La recompensa fue posible gracias a las gestiones realizadas por el fiscal general y el OIJ, durante encuentros con contrapartes estadounidenses.

"Fiel a su nombre, "Diablo" ha traído el infierno a las comunidades de Costa Rica bajo su control.

Encabeza una violenta organización de narcotraficantes en Costa Rica que se cree es responsable de cientos de asesinatos aterrorizando a personas inocentes y causando estratos en sus comunidades", detalló un vocero de la Embajada estadounidense en suelo nacional. 

No obstante, las autoridades judiciales costarricenses insisten en que lo importante no es quién se lleve el mérito, sino lograr una unión de fuerzas para capturarlo. Así lo expresó semanas atrás el subdirector del OIJ, Michael Soto:

"Creo que eso es poco relevante. Lo relevante es poderlo detener, no importa quién y así tiene que funcionar. Somos un solo país y queremos seguir trabajando en eso, si en algún momento quieren trabajar en conjunto seríamos felices, y si no pues igual lo vamos a hacer. 

Yo creo que eso es lo más importante, en el ánimo nuestro no está el conflicto en ninguna manera. El conflicto nuestro a morir es con la delincuencia, no con el presidente, no con el ministro. 

El tema de DEA es un tema de apoyo el cual agradecemos mucho, indudablemente si lo detenemos hay que procesarlo en Costa Rica por esos delitos que están pendientes acá, salvo que lo detuvieran en otro país", detalló

Por eso el OIJ y el gobierno de Estados Unidos insisten en pedir colaboración para ubicarlo. Gracias a las coordinaciones entre el OIJ y la Fiscalía General, a finales de abril, la DEA anunció una recompensa de $500.000 por información que conduzca a su captura o detención.

El gobierno estadounidense habilitó varios canales para recibir información: al número +1-956-517-7023 (texto, WhatsApp o Signal), o al correo electrónico CRInfo@dea.gov.

También se puede contactar a la Embajada de Estados Unidos en Costa Rica o en otros países.

En Costa Rica, la información puede brindarse de forma confidencial al teléfono 800-8000-645, mediante WhatsApp al 8800-0645 o al correo electrónico cicooij@poder-judicial.go.cr.

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