Sismo de Quepos es una nueva ruptura entre áreas donde hubo temblores en 1999 y 2017
La Red Sismológica Nacional (RSN) de la Universidad de Costa Rica (UCR) brindó una explicación detallada sobre el sismo de magnitud 6.1 que tuvo lugar la noche del 21 de octubre en el sector de Quepos.
De acuerdo con la entidad, el movimiento y sus réplicas se originaron en el proceso de subducción de la placa del Coco bajo la placa Caribe (Panamá).
En el análisis se determinó que la zona de ruptura de estos sismos de octubre de 2025 se ubica en un sector que no había presentado actividad reciente, entre las áreas de ruptura de los sismos de Jacó de 2017 (magnitud 6,3) y Quepos de 1999 (magnitud 6,9).
La RSN compartió una imagen en la que se muestra que el mecanismo focal, la "bola de playa", tuvo un movimiento de falla inverso, típico del contacto entre placas en la zona de subducción del Pacífico Central. Este resultado coincide con la profundidad de la zona interplacas en ese sector.
Las líneas de colores en la ilustración representan las zonas de ruptura de los terremotos de Cóbano (1990), Quepos (1999) y Jacó (2017 y 2020).
El Pacífico Central es una de las regiones más sísmicamente activas del país, donde se han registrado magnitudes de hasta 7,3, como en el terremoto de Cóbano del 25 de marzo de 1990. Otros eventos relevantes incluyen los terremotos de Quepos (1999, M 6,9), Jacó (2017, M 6,3 y 2020, M 6,0) y el de Damas de Parrita (2004, M 6,4). Este último tuvo un origen distinto, ya que ocurrió en una falla local en el continente. Estos antecedentes muestran la alta frecuencia de sismos significativos que afectan esta región del país, precisó la RSN en una publicación en redes sociales.
Los expertos de la Red detallaron que el piso oceánico frente al Pacífico Central se caracteriza por la presencia de numerosos montes submarinos. Por ello, cuando la placa del Coco se subduce bajo la placa Caribe, estos montes actúan como asperezas, es decir, zonas donde se acumulan esfuerzos que pueden generar terremotos y sismos como el del 21 de octubre.
En el mapa, la línea interlineada blanca marca una anomalía entre las placas, interpretada en estudios de la RSN-UCR como un monte submarino subducido bajo la placa Caribe.
Asimismo, mar adentro se observan otros montes de la placa del Coco que aún no se han subducido, señalados con flechas.
Los sismólogos consideran que la alta rugosidad del fondo oceánico en este sector del país favorece la ocurrencia de rupturas más pequeñas, en comparación con las que se registran en Guanacaste o en el sur del país.
Aunque los sismos no se pueden predecir, sabemos que Costa Rica es un país altamente sísmico, por lo que siempre es importante estar preparados. La RSN se mantiene atenta a la evolución de esta actividad sísmica, concluyó la entidad en su publicación.
