Sofía: Pequeña gigante que con solo caminar se trajo abajo el peor diagnóstico
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(CRHoy.com) Sofía Bonilla hoy camina, habla y hace todo lo de una niña de 6 años. Esto parecería algo común, si no fuera porque esta pequeña se trajo abajo el peor de los pronósticos, pues tras una operación… ¡los médicos dijeron que viviría en estado vegetativo por el resto de su vida!
La pequeña era la única hija de Sergio Bonilla y Teresita Madrigal en ese momento. Las risas y juegos inundaban las paredes de su hogar, pero muchas cosas cambiaron cuando la pequeña cumplió 2 años y 4 meses. El pediatra les dijo que para calmar sus problemas respiratorios, lo mejor era operarla de las amígdalas y adenoides y así lo hicieron el 30 de mayo del 2015.
"La operamos en una clínica privada. Se suponía que iba a ser una cirugía bastante sencilla, completamente ambulatoria y demás. Yo llevaba un libro de pintar para jugar con ella en Recuperación pero nunca hubo recuperación. De repente dijeron que había código azul y yo sabía que se había puesto mal, entró en paro cardiorrespiratorio y nunca despertó, tuvimos que trasladarla al Hospital de Niños (HNN) entubada, no respondía", recordó su madre.
Sofía estuvo un mes internada en el HNN. Pasó de ser una niña completamente sana, bastante estimulada, a estado neurovegetativo. Los médicos le dieron el terrible diagnóstico a sus familiares, creyendo que no había nada que hacer.
"El TAC mostraba daño cerebral difuso, lo que significaba que todo el cerebro de ella estaba prácticamente muerto. Yo soy terapeuta respiratoria y desde que nos dijeron eso empecé a investigar, yo empecé a estimularla, a pesar de que ella estaba entubada y con un montón de vías. Yo saqué fuerzas de donde no sé y le prohibí a mis padres y a mis suegros que lloraran cuando entraban a verla. Le contábamos qué día era, le llevábamos fotos de nosotros, le hacía masajes y usaba aceites, le pasaba texturas. Todo fue bastante fuerte porque era como ver a una muñequita", añadió.
La pequeña salió del hospital sin poder moverse. Solo abría los ojitos y tenía una traqueostomía y una sonda por donde la alimentaban.
"Los doctores nos decían que ella iba a quedar así. No nos daban esperanzas y le decían a mi esposo: ‘¿Qué es? ¿Su esposa no entiende la situación? Yo sí entendía, pero no me di por vencida nunca. No sé si es por ser mamá que uno toma coraje, fuerza y valentía para salir adelante, pero lo hice", citó Teresita.
Los padres de Sofía se negaban a creer lo que pasaba y en la búsqueda de terapias les hablaron de la cámara hiperbárica que utiliza oxígeno puro. Fue así como le hicieron 140 sesiones, gracias a la ayuda económica de amigos, familiares y compañeros de trabajo.
Poco a poco la pequeña fue reaccionando gracias a todo tipo de terapias. Asistió durante muchos meses a sesiones de equinoterapia, enseñanza especial, natación, terapia respiratoria, ocupacional, entre otras.
"Ella aprendió a decir ‘mamá' en agosto del 2015. Empezó como una bebé, primero a arrastrarse y luego a dar pasitos poco a poco. Luego de que le quitamos la traqueostomía empezó a recibir terapia de lenguaje. Recuerdo que íbamos al HNN a citas, la neuróloga la veía y no lo podía creer, ella veía el cambio", manifestó.
Como una promesa, los padres de Sofía se casaron y ella fue la encargada de llevar los anillos. Entró a la iglesia caminando y siendo una de las protagonistas de ese gran día.
Ahora, con 6 años, Sofía lleva una vida totalmente normal, con pequeñas secuelas en uno de sus piecitos, pero con un gran desarrollo. Incluso, se está preparando para una carrera en la que competirá contra otros niños.
Ella tiene claro que es una niña luchadora, valiente, guerrera y con muchas ganas de salir adelante y jugar con su hermanito Mariano, quien nació hace dos meses.
Definitivamente la mano de Dios ha estado presente en nuestras vidas y no nos ha soltado. El apoyo de la familia ha sido super importante. Sofi es un milagro de Dios.