Tía de una víctima del crimen en Cóbano confirma reconocimiento preliminar, todo apunta a una venganza
Una tía de Luis Diego González Bermúdez, uno de los dos hombres hallados sin vida el pasado lunes 14 de julio en una finca ubicada en Betel de Cóbano, confirmó este jueves que las autoridades del Organismo de Investigación Judicial (OIJ) le indicaron que, preliminarmente, los cuerpos corresponderían a su sobrino y a Maikel Francisco Manzanares Guerrero.
González Bermúdez, de 21 años, era vecino de Puntarenas y se encontraba desaparecido desde el pasado 25 de junio, cuando, junto con su cuñado Maikel, de 32 años, habría tomado un ferry hacia Playa Naranjo. Ambos fueron reportados como desaparecidos el 1.º de julio.
La mujer, quien pidió no revelar su identidad, relató que el reconocimiento inicial se realizó con base en la vestimenta que ambos llevaban el día en que desaparecieron.
"Ahora fui al OIJ y me dijeron que sí eran ellos, pero que hay que esperar, que hay que hacerle una prueba de ADN a la mamá. Se sabe que son ellos por la vestimenta: es la ropa de ellos, y así andaban el día de la desaparición", expresó.
Según indicó, los familiares manejan una versión de lo que pudo haber ocurrido el día que ambos jóvenes desaparecieron.
"Parece que llegaron hasta el ferry, luego fueron a una bomba (gasolinera) y, al parecer, algunos sujetos llegaron ahí y se los llevaron. Eso es lo que se sabe. Y bueno, ahora que ya encontraron los cuerpos", comentó con voz entrecortada.
La tía también ofreció detalles estremecedores sobre el estado en que fueron encontrados los cadáveres.
"Diego solo tenía huesitos, y a Maikel lo decapitaron: no tenía su cabeza ni sus dedos. Según lo que dice el OIJ, parece que lo que le hicieron a Maikel fue una venganza. En el caso de mi sobrino, lo que dicen es que pudo haber sido por andar con Maikel", explicó.
El caso continúa en investigación, y aunque las autoridades aún no han confirmado oficialmente la identidad de los cuerpos, los familiares fueron informados de que los resultados de las pruebas de ADN podrían tardar hasta cuatro meses.
