Logo

Tico que trabaja de carnicero y entrenador en Irlanda comparte su fórmula para triunfar en Europa

Por Johan Rojas | 7 de Sep. 2025 | 4:28 pm

Dejar el miedo atrás y buscar crecer fueron los dos argumentos que impulsaron a Joshua Mora a dejar su vida en Costa Rica para irse a vivir a Irlanda, perfeccionar su inglés y disfrutar de una experiencia que no se presenta todos los días. En una entrevista con CR Hoy contó la fórmula que aplicó para triunfar en Europa.

Este costarricense explicó cómo una idea que le surgió hace unos años se convirtió en el motor para cruzar el océano y demostrar que, en la vida, nada es imposible.

Vine a Irlanda hace un mes y medio con dos amigos, y este domingo llegó otro. Todos somos universitarios en Costa Rica. En mi caso estudié Negocios en la Universidad de Costa Rica, pero siempre he tenido la dificultad con el idioma inglés. Lo había estudiado en otros lugares, pero sentía que me faltaba algo más: practicarlo en vivo.

Hace cinco años me enteré de que Irlanda recibe estudiantes de todo el mundo con un permiso de estudio y trabajo, pero en aquel momento no lo concreté. Hace ocho meses lo conversé con un amigo, revisamos de nuevo los requisitos, nos animamos, se unieron otros dos amigos y viajamos.

Una de las claves para que la experiencia sea positiva, dijo, es mantener una buena actitud ante los desafíos. Esa mentalidad le permitió conseguir dos empleos.

Desde el primer día tuvimos la actitud de buscar trabajo lo más pronto posible. Enviamos currículos y correos electrónicos a muchos lugares, como restaurantes y empresas de servicio al cliente.

De los 300 correos que mandamos, pocos respondieron para hacer pruebas. En mi caso, primero trabajé en un restaurante durante dos días. Me fue bien, pero en ese momento no tenía los permisos y no pude quedarme.

Luego probé en un gimnasio de crossfit. En Costa Rica lo practiqué durante muchos años y en mis tiempos libres daba algunas clases, así que busqué una oportunidad y la encontré. Hice una prueba y el dueño me dio una clase por semana para empezar; después aumentó a dos y seguí avanzando. Hoy en día imparto dos clases diarias.

Hace tres semanas empecé también en una carnicería. El anuncio decía que el empleo era solo para los sábados, en una feria de agricultor, y que debía cargar cajas pesadas. Al final, la labor consistía en armar y desarmar toldos. Ahora también trabajo los jueves y viernes en el local.

Uno de los retos que enfrenta es que solo puede laborar 20 horas por semana, ya que la legislación irlandesa no permite más tiempo para estudiantes. Eso debe combinarlo con los cursos intensivos de inglés.

El salario mínimo en Irlanda es de 13,50 euros por hora (unos ₡7.800). Con base en esa cifra, Mora gana hasta 270 euros semanales y alrededor de 1.080 al mes, equivalentes a unos ₡653.000.

Indicó que esa cantidad le alcanza para vivir, aunque sin lujos, algo que no le preocupa porque se siente feliz con lo que tiene.

Uno de sus principales gastos es la vivienda: alquila un cuarto en una casa compartida con sus amigos costarricenses, además de un brasileño y un uruguayo. Cada uno paga 500 euros al mes y comparten la sala, cocina, baño y patio.

Actualmente, reside en Limerick, a 192 kilómetros al suroeste de la capital, Dublín.

¿Cómo hacerlo?

Joshua explicó que una de las primeras gestiones que debe realizar cualquier tico apenas recibe el sello de ingreso con permiso temporal es solicitar el Personal Public Service (PPS), el equivalente a una cédula de identidad, requisito indispensable para que las empresas lo puedan contratar. También detalló los pasos a seguir si se desea extender la estadía.

Aparte de la cédula, al ingresar a Irlanda le sellan el pasaporte para permanecer tres meses. Si uno quiere prolongar ese tiempo, debe sacar una cita en Dublín para realizar el trámite y obtener una prórroga de ocho meses. Ese periodo se puede renovar dos veces más, lo que permite estar un máximo de dos años, siempre que uno esté matriculado en un curso. En nuestro caso, es un curso de inglés de 33 semanas al año, con un mínimo de 15 horas semanales.

Mora cerró la entrevista explicando cuál ha sido su principal apoyo para que la experiencia resulte mejor de lo que imaginaba.

No hay que tenerle miedo a empezar desde cero. Dejamos nuestros antiguos trabajos y comodidades en Costa Rica para surgir y mejorar el idioma. Hay que tener iniciativa para buscar oportunidades y, desde el primer día, lo hicimos. En buen tico: hay que ser mordido.

playlist-video-0-mjj3gb

Comentarios
0 comentarios
OPINIÓNPRO