Ticos con carro eléctrico se preocupan más que en otros países por la carga al salir de paseo
Aunque el crecimiento de los vehículos eléctricos en Costa Rica es notorio, las personas que poseen uno en el país siguen mostrando preocupación por temas relacionados con la carga al salir de paseo o en largas distancias.
Esta conclusión se desprende de una encuesta global realizada por la Global EV Alliance, una red de asociaciones nacionales de conductores de vehículos eléctricos de todo el mundo.
La encuesta se hizo entre setiembre y octubre del 2024 y este año se repetirá. En Costa Rica, el formulario lo distribuye la Asociación Costarricense de Movilidad Eléctrica (Asomove).
Más de 23.000 dueños de carros eléctricos participaron en la encuesta en 18 países.
La muestra de Costa Rica se compone de 328 personas, de las cuales un 80% son hombres. Además, la mayor parte de los encuestados ticos tienen entre 34 y 54 años. El 71% lleva dos o menos años de poseer un vehículo eléctrico.
La satisfacción entre los usuarios locales es alta. Un 87% se dice muy satisfecho y un 11% satisfecho de tener un vehículo con esa tecnología. A eso se suma que un 90% dijo que volvería a comprar un carro eléctrico, y apenas un 2% respondió que compraría uno de gasolina.
A pesar de esa satisfacción, persiste la preocupación por la carga en largas distancias.
Preocupación con carro eléctrico
Según la encuesta, la aún débil cobertura de cargadores rápidos y que algunos cargadores no funcionan al momento de llegar a cargar son las dos principales desventajas para los usuarios costarricenses.
Eso hace que, frente a otras nacionalidades, los costarricenses sienten más preocupación.
Ante la pregunta de si toma más planeamiento salir a pasear con un carro eléctrico que con uno de combustión, Costa Rica aparece en el tercer lugar, detrás de India y Brasil.
Un 94% de los costarricenses respondió estar de acuerdo o muy de acuerdo con esa idea, por encima del 75% global.
En otra cuestión, un 33% de los costarricenses están de acuerdo o muy de acuerdo con la afirmación de que sienten ansiedad por el rango de autonomía de los vehículos. Es decir, si se quedarán sin batería antes de llegar al destino. Esto coloca al país de nuevo en el tercer lugar de la encuesta, después de Brasil e India.
Los costarricenses vuelven a estar en el tercer lugar, e igualmente detrás de indios y brasileños, en la pregunta de si sienten preocupación por cómo irá la carga durante el trayecto.
El 77% de los locales dijo estar de acuerdo o muy de acuerdo con este sentimiento, mientras que el promedio es de apenas el 33%.
Reto pendiente para la electromovilidad
La Asomove ha reconocido anteriormente que la duración de la carga sigue siendo uno de los miedos que detienen a los usuarios de pasarse a la tecnología eléctrica.
El país ha expandido su red de cargadores, pero aún se queda corta. La Organización Latinoamericana de Energía (Olade) contabiliza 60 estaciones de carga en Costa Rica, un dato que está por debajo de 13 países latinos, entre los que están Nicaragua, Perú, Guatemala o Ecuador.
Actualmente existe en la Asamblea Legislativa un proyecto de ley para autorizar a privados a desarrollar, operar y vender el servicio de recarga a vehículos eléctricos.
Con el marco normativo actual, un privado, como un comercio o restaurante, puede colocar un cargador en su establecimiento. Sin embargo, tiene prohibido cobrar por la electricidad, pues, por ley, solo las distribuidoras pueden vender energía en el país.
La propuesta de ley también las obliga a las distribuidoras a construir y poner en funcionamiento por lo menos un
centro de recarga cada 80 km en vías nacionales y cada 120 km en caminos cantonales.
La principal proponente del proyecto es la diputada independiente Kattia Cambronero.