Universidad de Columbia acuerda pago de más de $200 millones en enfrentamiento con Trump
(AFP)- La Universidad de Columbia anunció el miércoles que pagará más de 200 millones de dólares al gobierno luego de que la administración del presidente Donald Trump amenazara con retirarle fondos federales por su presunta falta de diligencia para proteger a estudiantes judíos.
Como parte del acuerdo, se restablecen los fondos federales que el gobierno de Trump suspendió o canceló a la institución educativa de Nueva York en la primera mitad del año.
Columbia "alcanzó un acuerdo con el gobierno de Estados Unidos para resolver múltiples investigaciones de agencias federales sobre presuntas violaciones de las leyes federales contra la discriminación" afirmó el alma mater en un comunicado, al precisar que pagaría 200 millones de dólares en tres años.
La universidad pagará otros 21 millones para cerrar investigaciones lanzadas por la Comisión de Igualdad de Oportunidades en el Empleo, según informó.
Dando las gracias a Columbia por "aceptar hacer lo correcto", Trump advirtió en una publicación en redes sociales que "otras numerosas instituciones de educación superior que han hecho daño a tantos, y han sido tan injustas (…) están por venir".
Restablecen fondos federales
"Bajo el acuerdo de hoy, la gran mayoría de las subvenciones federales que fueron canceladas o suspendidas en marzo de 2025 se restablecerán y el acceso de Columbia a miles de millones de dólares en subvenciones actuales y futuras se restaurará", declaró la universidad.
La perspectiva del regreso de la financiación federal trae alivio a la institución, que enfrentaba una creciente presión financiera, pese a una dotación cómoda y una reputación confiable.
El acuerdo también es una victoria para Trump, quien sostiene que las universidades de élite lavan el cerebro a los estudiantes con ideas izquierdistas.
La Universidad de Harvard, un centro con siglos de historia en Cambridge, Massachusetts, también está enfrentada al gobierno por sus amenazas de cortar la financiación federal.
El acuerdo de este miércoles, cuidadosamente redactado y en el que Columbia no admitió ninguna irregularidad, podría ofrecer un marco para futuros arreglos.
"Marca un avance importante tras un período de escrutinio federal sostenido e incertidumbre institucional", dijo Claire Shipman, presidenta interina de la universidad.
"El acuerdo fue cuidadosamente diseñado para proteger los valores que nos definen y permitir que nuestra asociación de investigación con el gobierno federal vuelva a sus carriles", añadió el texto.
Acciones disciplinarias
La universidad destacó que "el acuerdo preserva la autonomía y la autoridad de Columbia en lo que respecta a la contratación de profesores, las admisiones y las decisiones académicas".
Al mismo tiempo, Columbia mantendrá una fuerza de seguridad para prevenir manifestaciones en espacios académicos, como las protestas propalestinas que se presentaron en el campus el año pasado y en las que los manifestantes chocaron con autoridades y ocuparon edificios de la universidad.
También acordó "proveer rápidamente" a las autoridades federales con informaciones requeridas sobre "acciones disciplinarias que involucran a estudiantes con visado que resulten en expulsiones o suspensiones, y registros de arrestos que Columbia conozca o actividades criminales".
La misma universidad de Columbia se encontró en el centro de la tormenta por acusaciones de antisemitismo generadas por las protestas en el campus contra la guerra de Israel en Gaza.
Algunos estudiantes judíos dijeron que fueron intimidados y que las autoridades no actuaron para protegerlos.
Columbia anunció el martes una serie de castigos a estudiantes, incluyendo expulsiones y el retiro del grado, contra casi 80 estudiantes que participaron en el movimiento de protesta propalestino que ha llamado a que la universidad retire inversiones suyas de Israel.
"Nuestra institución debe centrarse en cumplir su misión académica para nuestra comunidad", afirmó Columbia sobre las protestas.
Aunque la universidad parece acceder a las demandas de la administración Trump de sofocar protestas, uno de los líderes más destacados de las mismas, el activista Mahmoud Khalil, sigue alzando la voz.
El estudiante de Columbia demandó a la administración Trump por 20 millones de dólares por su arresto y detención por parte de agentes de inmigración.
Con residencia legal permanente y casado con una ciudadana estadounidense, Khalil estuvo varios meses detenido en un centro de inmigración federal en el estado de Luisiana (sureste).