Utilizan inteligencia artificial para monitorear animales y tala ilegal en Corcovado
(CRHoy.com).-La tecnología se está convirtiendo en un gran aliado en la protección del ambiente en el país.
El proyecto Rainforest Connection (RFCx) apoyado por Tech4All, utiliza la inteligencia artificial (IA) tanto para monitorear especies animales, como para detectar posible tala ilegal en la zona de Corcovado.
Para realizar la investigación se utilizan teléfonos de la marca Huawei que se colocan en sitios estratégicos de la selva, en pequeños contenedores amarrados a troncos de árboles; las terminales se alimentan de energía solar.
Uno de los objetivos de la iniciativa es detectar sonidos de animales, ya sean aves o mamíferos; gracias al uso de la IA y machine learning en tiempo real no solo se puede determinar de qué especie se trata, sino qué acción particular está realizando: buscando comida, llamando a las crías, defendiendo territorio, particularmente el análisis se enfoca en el mono araña, cuya población se va amenazada por la tala furtiva; este primate es fundamental para la dispersión de semillas.
Sin embargo, monitorearlos es complejo por sus patrones de migración, pero con el uso de patrones mejorados de IA y posible distinguir los distintos tipos de aullidos, que no pueden ser diferenciados por el oído humano.
La información recopilada se procesa en la nube y sirve como insumo para determinar los especímenes que rondan la zona y crear futuras acciones de protección.
Además, el sistema es capaz de detectar el sonido de la taladora, con el fin de establecer si en el lugar se lleva a cabo tala ilegal, mediante un algoritmo que reconoce el ruido de la máquina, que incluso lo diferencia del zumbido del mosquito que tiene una frecuencia semejante, para lo cual se "entrena" al modelo de IA para que no los confunda.
Los resultados del proyecto se han replicado en 10 países y de acuerdo con un guardaparques, han reducido los recorridos para localizar taladores ilegales, al tiempo que se han disminuido las falsas alarmas.
De igual manera, los biólogos han desarrollado mapas de distribución del comportamiento, hábitos de alimentación y los movimientos del mono araña, de modo que pueden concentrar sus esfuerzos de conservación con mayor precisión.




