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Vecinos de Osa aportan su ayuda en museo de árboles únicos

La formación para la administración del Arboretum se desarrolló durante tres años

Comunidades de la Península de Osa colaboran con el SINAC en Arboretum. Foto: Neotrópica.

El Arboretum Luis Jorge Poveda Álvarez es una colección de árboles vivos dedicada a la investigación de estas plantas. 

Nació luego del primer canje de deuda por la naturaleza entre EE.UU y Costa Rica en el 2015 y fue creado entre  la Fundación Neotrópica y la Reserva Forestal Golfo Dulce, fortaleciendo el programa con la participación de vecinos de Alto San Juan, Bahía Chal y San Juan de Sierpe.

"El objetivo principal del primer canje de deuda es facilitar la conservación, protección, restauración y uso sostenible de los bosques tropicales de Costa Rica. Para esto, fortalecemos los medios de vida de las comunidades aledañas para que las y los vecinos sean los protagonistas en la conservación de estos lugares", indicó Lesbia Sevilla, Presidenta del Comité de Supervisión.

La Península de Osa posee una gran riqueza biológica, se estima que cuenta con el 2,5% de la biodiversidad del mundo y más del 50% de la biodiversidad de Costa Rica. Este museo de árboles se ubica dentro de la Reserva Forestal Golfo Dulce, una de las ocho Áreas Silvestres Protegidas del Área  de Conservación Osa (ACOSA), la cual alberga  el 40% de las especies de árboles de todo Costa Rica.

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"Hay que interesar a la gente. Usted no sabe cuánta maravilla hay, hay especies endémicas que, además, son comestibles, medicinales o con fibra. Saber sus nombres nos permite apropiarnos de la información y de eso se trata el Arboretum. Eso plasma el Arboretum. Plasma la realidad y los chicos aprenden, también porque lo han visto, y esa es parte de nuestras ganancias", explica Reinaldo Aguilar, colaborador del Arboretum.

Arboretum Luis Jorge Poveda Álvarez en Reserva Forestal Golfo Dulce. Foto Neotrópica.

El programa beneficia de forma directa las comunidades de Bahía Chal, Alto San Juan y San Juan de Sierpe. Alrededor de 1100 personas aprendieron a valorar los recursos naturales que se encuentran a sus alrededores, en especial jóvenes.

"Se realizaron talleres de capacitación sobre especies endémicas y amenazadas de la Península de Osa, se les preparó como guías turísticos, se desarrollaron actividades de educación ambiental con las escuelas, se hicieron campañas de reforestación en el sitio. Se nota un aumento en la participación local. Las comunidades se han ido apoderando del proyecto y se involucran más", explicó Javier Carazo, biólogo de Fundación Neotrópica.

Las especies son únicas en el mundo. Foto Neotrópico.

Con el proyecto, se creó el Comité de Gestión Local del Arboretum, con miembros de las tres comunidades y se les capacitó en aspectos como administración, desarrollo de proyectos, presupuestos, búsqueda de fondos, planificación estratégica y comunicación.

"Nuestro sueño es desarrollar una escuela de botánica, forestal, que los estudiantes tengan que estar aquí seis meses para que salgan buenos biólogos. ¿Dónde están los entomólogos o los ornitólogos? Se cuentan con los dedos de las manos y para mí esto significa un vacío", reclama Reinaldo Aguilar, quien amplió que otras fuentes de empleo serían la venta de árboles y las visitas a senderos.

Como parte del proyecto, también se mejoró el sendero Copaifera Camibar, se colocaron rótulos, gradas, barandas con el fin de mejorar el acceso y servicio. Cuentan con facilidades que permiten un recorrido auto guiado por este sendero, para lo cual hay una guía disponible en español e inglés para los visitantes.

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