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(VIDEOS) Celso Gamboa es movilizado encapuchado y con casco antibalas: vea su último traslado

Operativo incluye chaleco antibalas y traslado en vehículo blindado “La Bestia” ante riesgos de atentado o fuga hasta hoy, último día previo al veredicto

Por José Adelio Murillo | 11 de Ago. 2025 | 3:52 pm
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El extraditable Celso Gamboa Sánchez, además de ser movilizado con chaleco antibalas, también es resguardado con una especie de capucha en el rostro y un casco balístico: indumentaria de protección personal diseñada para proteger la cabeza de amenazas como balas de armas de fuego, esquirlas y golpes contundentes.

Desde hace tres semanas, el exmagistrado y exministro ha sido trasladado bajo un fuerte despliegue de seguridad cada vez que se requiere su movilización desde o hacia máxima seguridad del centro penal La Reforma —donde permanece recluido— para ingresar o salir de los Tribunales de Goicoechea, donde enfrentó un juicio desde el pasado 22 de julio por tráfico de influencias.

CR Hoy pudo constatar y registrar en imágenes el uso de este equipo de seguridad en Gamboa, como parte de las medidas adoptadas por el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) ante eventuales riesgos contra el exfuncionario, quien enfrenta un proceso de extradición hacia Estados Unidos y mantiene varios juicios pendientes en Costa Rica.

Fuentes judiciales conocedoras de la logística de la policía judicial ratificaron a este medio que el uso del chaleco antibalas, la capucha o pasamontañas y el casco balístico forma parte del protocolo aplicado en este caso particular.

El fuerte contingente empleado, incluso este lunes —último día del juicio previo al veredicto—, incluye la movilización del extraditable en un vehículo altamente blindado, conocido como La Bestia, para garantizar su seguridad.

Varias patrullas, vehículos oficiales, motorizados y agentes altamente especializados también brindan custodia para evitar cualquier incidente. Las restricciones abarcan un perímetro de varios metros que impide la cercanía de personas durante el ingreso, la salida y la permanencia del imputado en la sede judicial.

Algunos vehículos abren paso en carretera, mientras otros escoltan por los costados y la parte trasera. En la mayoría de ocasiones se ha empleado un segundo vehículo blindado —otra "Bestia"— para escoltar al utilizado en el traslado del sospechoso, algo poco común incluso en la movilización de cabecillas criminales.

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Los agentes a cargo portan una gran cantidad de armamento —una, dos o más armas por funcionario—, chalecos antibalas, cascos balísticos y todo tipo de equipo que les permita responder ante cualquier eventualidad.

El nivel de despliegue es tal que incluso participan oficiales del Servicio Especial de Respuesta Táctica (SERT), el comando élite del OIJ, especializado en atender situaciones de alto riesgo gracias a su formación táctica avanzada.

Tal como reveló CR Hoy a finales de julio, la policía judicial maneja información de inteligencia que apunta a posibles atentados por parte de otros grupos criminales o, incluso, a la intención de "rescatarlo" para facilitar su fuga, aunque su hermana y abogada, Natalia Gamboa, negó esa posibilidad.

Los agentes no solo custodian a Gamboa, sino también los Tribunales y todo el trayecto hasta el área de máxima seguridad. El OIJ asumió el control del resguardo en los Tribunales de Goicoechea para cerrar cualquier brecha que permita una intervención externa. También son comunes las requisas e inspecciones con unidades caninas.

Esta imagen es poco común: normalmente, la seguridad de los imputados la asumen oficiales internos del Poder Judicial, y los delincuentes, aunque sean de alto perfil, suelen ser trasladados en los vehículos de la Sección de Cárceles del OIJ —conocidos popularmente como "perreras"—, utilizados para el traslado regular de privados de libertad. La Fuerza Pública ha colaborado también con el perímetro.

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Días atrás, durante el juicio, el extraditable pidió la palabra y cuestionó los operativos realizados por la policía judicial para trasladarlo desde la cárcel.

"El más interesado en que este juicio termine soy yo. He sido presentado ante el país como el narco de narcos. Mi traslado a este Segundo Circuito Judicial es casi que histórico. La forma en la que yo vengo acá, con los niveles y estándares de seguridad, son los más altos que yo he visto en los 30 años que casi trabajé para el Poder Judicial y no es una práctica dilatoria, jamás.

Es la primera vez durante las 2 semanas que tenemos, que me permiten hablar después de mi declaración indagatoria. Se ha dicho que por lo que tengo varios abogados, no puedo ejercer mi defensa material y yo reconozco eso en este tribunal. 

(…) Pero esta circunstancia me hace dar por sentado, aunado a lo publicitado que ha sido mi detención con este tema de la DEA y con este tema de ser costarricense extraditable, me causa esa preocupación sobre la garantía de imparcialidad que yo merezco y que debe ser respetada por los tribunales de justicia", manifestó Gamboa.

Aunque el juicio no estaba relacionado con el proceso de extradición, sino con una causa anterior por tráfico de influencias —en la que se le acusa de orquestar, junto con la exfiscal Berenice Smith Bonilla, un favorecimiento indebido para eliminar el nombre del exalcalde josefino Johnny Araya Monge de una causa penal—, las autoridades han optado por reforzar la vigilancia en torno al imputado.

Tal como reveló CR Hoy en primicia, apenas 24 horas después de su captura, la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA) lo vinculó como presunto líder regional del Cártel del Golfo de México, a cargo de operaciones de narcotráfico en Panamá, Costa Rica, Honduras y Nicaragua.

Además, se le atribuyen vínculos con el Cártel de Sinaloa, en México, y con el Clan del Golfo, en Colombia, con quienes habría coordinado envíos de droga hacia Estados Unidos.

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