Alejandro Urbina se desempeña actualmente como productor lechero y, entre ordeños, se gana el sustento como asesor financiero y bursátil. Hace 12 años, tras renunciar en el 2010 a la dirección del periódico La Nación, empezó con su hermano Xavier la Lechería Santos en Tierras Morenas de Tilarán, que opera bajo el modelo estabulado fortalecido con la producción y análisis de datos en tiempo real. Sus vacas no son unas vacas cualesquiera. Literalmente, están conectadas a la nube. En sus ratos de ocio, ahora con mucha preocupación, estudia nuestro sistema electoral con miras a proponer reformas que disminuyan el creciente abstencionismo. Urbina trabajó 22 años con Grupo Nación. Se inició en 1988 dirigiendo un grupo de profesionales en informática dedicado a diseñar y programar los sistemas administrativos de la corporación. En ese entonces, también montó uno de los primeros foros electrónicos de discusión, Quorum, y en 1994 el sitio web www.nacion.com. Incursionó en el periodismo como director gerente del semanario El Financiero y tras obtener una maestría en la Universidad de Columbia, en Nueva York, en 1999, formó parte del equipo editorial de La Nación y dirigió el equipo de investigación periodística. Asumió la dirección del diario en el 2003 y lideró su quehacer durante siete años hasta el 2010. Urbina estudió computación en el Instituto Tecnológico de Massachusetts, M.I.T. en los setentas. Trabajó como profesor del ITCR en Cartago y luego como ingeniero de sistemas en IBM de Costa Rica. A mediados de los ochenta formó su propia empresa consultora en cómputo que disolvió al dedicarse a tiempo completo a La Nación.