Dueño de equipo de la U: “Soy hijo de un maestro de obras”
Colombiano estuvo el 18 de abril pasado en la universidad y explicó sus ideas
Fernando Ocampo Cano, arquitecto colombiano, dueño del nuevo Universitarios F.C., se presentó ante el Consejo de la Universidad de Costa Rica como el hijo de un maestro de obras que triunfó como arquitecto y cuya única intención es ayudar al club universitario a salir de la mala situación económica que vivía. Así se consigna en el acta 6072 de la reunión celebrada el pasado martes 18 de abril y aprobada un mes después.
"Soy empresario, y con una visión empresarial desde que soy un niño. Soy un joven de clase media baja, hijo de un maestro de obras. Me correspondió esforzarme mucho para ser arquitecto; gracias a Dios pude cumplir mi sueño y digamos que me desempeño en esa profesión exitosamente", dijo el empresario ante los miembros del Consejo encabezado por el rector Dr. Henning Jensen Pennington.
Precisamente ayer, la empresa Con Talla Mundial (CTM), nueva administradora del club, indicó por medio de un comunicado de prensa que el nuevo nombre del equipo será Universitarios F.C. y anunció una serie de jugadores que se incorporan al plantel, entre ellos algunos colombianos y un guatemalteco.
Ocampo llegó a la sesión del Consejo Universitario junto con Sergio Loaiza, Francisco Quesada, Luis Gamboa, Juan Hidalgo y Víctor García, miembros de la Junta Directiva de la Asociación Deportiva Filial Club de Fútbol de la Universidad de Costa Rica, hasta ese momento.
"Soy arquitecto de profesión. Provengo de Colombia, muy conocido en el mundo por su gran actividad no solo futbolística, sino en todo tipo de suceso político y social, donde hoy, gracias a Dios, hemos aprendido muchas cosas y vivido. En el ámbito del fútbol me incliné por meterme en el tema deportivo gracias a que en mi formación personal fue decisivo para ser lo que soy hoy", señaló.
CRHoy. com dio a conocer el 26 de mayo pasado, precisamente, que el club académico sería administrado por un plazo de 25 años por la empresa colombiana.
Rescate a colombianos
Ocampo Cano explicó ante los miembros del Consejo Universitario que su objetivo es ayudar a muchachos de su país para que tengan un futuro futbolístico en Costa Rica.
"Gran parte de la población colombiana, en la época adolescente se pierde, y es por eso que estoy aquí, digamos que movido por el ánimo de tratar de buscar futuro para muchas personas, jugadores colombianos, que quieren mostrar su talento, pero que en Colombia les es difícil debido a que el sistema deportivo que se maneja es cerrado", comentó.
Ocampo dijo que en su país los equipos de Tercera o Cuarta División no pueden ascender a la Segunda o Primera.
"En Colombia no hay equipos pobres; todos producen dinero. Una franquicia de un equipo tiene un costo alto; por eso no estoy en ese país; de hecho, tengo equipo en ese país, pero es de Tercera. Hemos sido campeones muchas veces, pero no se puede pasar a segunda. Investigando, encontré entre Costa Rica y Uruguay dos opciones llamativas", indicó.
Su visión de negocio con respecto al equipo universitario la definió de la siguiente manera: "Básicamente, el proyecto se enmarca en generar actividades de formación de índole matemática, de acompañamiento psicológico, para jugadores y las fuerzas básicas que se van a formar, de tal manera, generar un crecimiento en el fútbol costarricense y generar un negocio.
Quisiera explicar el proyecto, pero, si me permiten, voy a pasar unos folletos que construimos, que son de promociones (…) se ilustra lo que pretendemos hacer. Son experiencias vividas, resultado del crecimiento futbolístico y social que se ha tenido en Colombia en relación con ese deporte, y simplemente los vamos a trasladar a Costa Rica, para sacar un mejor provecho y generar un crecimiento en la población de jugadores", manifestó.
Como parte de su presentación, el arquitecto solicitó al Consejo de la UCR que visiten la página web de su empresa. La misma desarrolla proyectos inmobiliarios en la ciudad colombiana de Armenia. La constructora se llama Arktec Constructora SAS y su marca de producto es "¡COCORA para vivir mejor!".
"Creemos que el ser humano merece mejores maneras de vivir digna y placenteramente. Por eso, hacemos nuestros proyectos con generosas áreas habitables y muy iluminadas, acogedores espacios naturales y de recreación para el disfrute de toda la familia, contribuyendo de esta manera al fortalecimiento de los núcleos familiares", se puede leer en el sitio web.
Internamiento de capitales
El colombiano agregó en esa comparecencia que los miembros de la filial viajarían a Colombia el 19 de abril, un día después de esa reunión, para conocer su trabajo empresarial.
Terminó su participación ante el Consejo indicando que le gustaría y estimaba como un honor "…contar con el nombre de la Universidad de Costa Rica y seguir con el convenio. En caso de que no se diera, necesariamente tendría que cambiar el nombre del equipo, porque tendrían que buscar otro patrocinador…".
Luis Gamboa, hasta ese momento presidente del club, comentó al Consejo Universitario que la presencia de Ocampo Cano obedecía básicamente a dos ideas: "la primera, nosotros establecimos un acuerdo de cooperación con ellos y asumieron el pago de los salarios de nuestros jugadores que tenían un atraso de hasta tres o cuatro meses, y les debíamos el aguinaldo. En marzo, al terminar el partido contra Carmelita, ya la situación era insostenible y a partir de ese momento vino esta línea de trabajo con este grupo que se llama Con Talla Mundial".
Víctor García, contador público, exjugador de la UCR y quien se vinculó al club indicó al Consejo que conoció la empresa del colombiano por unas sociedades que tiene.
"…Se presentó la compañía del arquitecto porque unas sociedades que tengo se dedican al internamiento de capitales. Sabemos de la Ley 8004, la revisamos, y vimos que sí existía la posibilidad de tener un socio como ellos…".
García indicó además que fue tesorero de la liga de ascenso durante tres años, fiscal de la Asociación Costarricense de Fútbol y tesorero del Municipal Puntarenas cuando fueron campeones, además de tesorero del Liceo de Costa Rica en básquetbol.
Según García, para ese momento tenían ¢228 millones de los cuales 150 millones eran para el Banco de Costa Rica (producto de un préstamo con esa institución financiera), y 78 millones de colones para hacer frente a las cargas sociales y a lo que les quedaba pendiente. "Esa es la verdadera situación del Club con esos fondos, que consideraron que estaban comprometidos para serles entregados, esa es la verdadera situación", dijo.
Consejo cuestionó
Yamiteh Angulo, miembro del Consejo Universitario del Área de Salud, fue la primera en preguntar y señaló que había recibido quejas de personas preocupadas por el manejo de los recursos. La UCR aportaba al club alrededor de ¢200 millones desde que el mismo estaba en la segunda división.
"…Señala que se ha mencionado que había muchas debilidades en el manejo de los recursos (…) el informe de auditoría señala fuertemente un déficit de 120 millones de colones, acumulado al 2016 y les dice el Lic. Víctor García que ya esa situación ha sido modificada o cambiada, pero desea ver un documento donde se establezca que esa situación ha sido modificada o cambiada, porque lo que tienen es una auditoría que menciona el problema…", se indica en el acta del Consejo.
Teresita Cordero, del Área de Ciencias Sociales, planteó una posible negociación con un convenio o rescindir el convenio actual. "Hay que llamar las cosas por su nombre, se debe hacer así; si tiene fines de lucro, cree que la universidad pública les toca en una posición muy diferente, pero no quiere decir que anteriormente no tuviera fines de lucro, pero ahora, al estar en Primera División y con esa perspectiva en el ámbito internacional, cambió la naturaleza, porque cambiaron las condiciones".
El 2 de junio pasado, en un comunicado de prensa, la UCR informó que según el oficio R-3776-2017, firmado el 1 de junio, el "acuerdo de inversión" supone una nula participación de la UCR y la Asociación Deportiva en decisiones administrativas y deportivas del club de fútbol, lo cual es un "incumplimiento grave de las obligaciones" que la Asociación mantenía en el convenio suscrito con la institución. La UCR tampoco fue informada antes de la firma del acuerdo con GO S.A.S.
"Con este rompimiento de relaciones, el antiguo Club de Fútbol de la UCR pierde la potestad de utilizar el nombre de la Universidad de Costa Rica, su escudo, línea gráfica, colores y cualquier otro distintivo que lo relacione con esta casa de estudios superiores", indicaron.