Cifra de inversión en infraestructura de transporte no alcanza para cubrir metas nacionales
Costa Rica acumula cuatro años con una inversión para infraestructura de transportes recortada con respecto a los periodos previos. Desde 2021 el monto que el país destina a ese ámbito viene a la baja y llegó su punto mínimo en 2023.
El reciente informe del Programa Estado de la Nación (PEN) señala que el país arrastra efectos negativos en la inversión en infraestructura desde la crisis económica del 2009. No obstante, los datos evidencian que los recortes se han profundizado en los últimos cuatro años.
Entre 2014 y 2020, la inversión en infraestructura de transporte promedió 0,92% del producto interno bruto (PIB) al año, con un pico de 1,01% en 2016. En 2021 esa cifra cayó al 0,67% y volvió a reducirse los siguientes dos años. En 2024 repuntó al 0,49%, pero aún por debajo de lo registrado cuatro años antes.
Esta estadística incluye inversión en mantenimiento y reparación y también en obra nueva o mejoras. El PEN detalla que prácticamente todas las categorías de gasto real de inversión en infraestructura física han disminuido, con un estancamiento general en los gastos de mantenimiento y una fuerte caída de este último rubro en la infraestructura del sector de transportes.
El informe menciona que la infraestructura de transportes, donde se incluyen carreteras, aeropuertos y puertos, sigue siendo reto para Costa Rica, a pesar de los efectos positivos que puede tener en la economía. La infraestructura de transportes incide en la productividad del trabajo y el capital privado, lo cual resulta en
un menor costo de producción unitario y una mayor tasa de retorno para las inversiones privadas.
No obstante, este potencial depende del nivel y la calidad de los caminos y puertos disponibles, lo que hace que una inversión insuficiente pueda, por el contrario, obstaculizar la actividad económica.
Además, el recorte en esta inversión significa también que el país incumple sus propias expectativas.
Se alejan metas en infraestructura
Costa Rica tiene una brecha en infraestructura que debe cerrar y para eso necesita inversión. Sin embargo, los montos que se destinan actualmente se alejan de esa meta.
"La inversión actual es insuficiente para avanzar en el cierre de los rezagos existentes en relación con los requerimientos de inversión que han sido estimados", afirma el PEN.
Por ejemplo, los cálculos indican que el país necesita invertir 1,56% del PIB al año para cerrar esa brecha en infraestructura de transportes.
El Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT) fue más allá en una estimación del año 2011. La entidad determinó que la inversión necesaria para ejecutar las obras planteadas en el Plan Nacional de Transportes 2011-2035 equivale al 3,99% del PIB anual entre los años 2019 y 2035. Eso es ocho veces más del porcentaje invertido en 2024.
El rezago en infraestructura repercute en la movilidad, la calidad de vida, la competitividad y la sostenibilidad. Pero también genera pérdidas. El PEN estima que los costos asociados a la problemática de transportes llegan al 1,58% del PIB, considerando solo los ingresos empresariales perdidos para el 2024. En la Gran Área Metropolitana (GAM) esta afectación se profundiza hasta el 4% del PIB.
Otro estudio, el de Competitividad Nacional, publicado la semana anterior, también llamó la atención sobre el rezago de infraestructura del país. Esta publicación advirtió que mantener la inercia actual podría costarle al país al menos 10 puntos en productividad potencial hacia 2030.
