Lucha por territorios de “El Indio” dejó más de 110 muertos
Organización delictiva quería extender sus operaciones a Guatemala y México

El OIJ realizó más de 30 allanamientos e investigó por dos años a la banda de "El Indio". (Imagen del OIJ)
Marco Antonio Zamora Solórzano, alias “El Indio”, es quizás uno de los principales capos locales del tráfico de drogas.
Su detención provocó una lucha por sus territorios que dejó un sinnúmero de personas muertas, en una de las escaladas de violencia más grandes que ha vivido el país y, en específico, el sur de San José. Según datos del Organismo de Investigación Judicial, más de 110 personas perdieron la vida por esta lucha de tierras narco.
La Sala Tercera ratificó esta semana la condena de 70 años a la que fue sentenciado el 2 de febrero del 2015 el "Indio". Un total de 20 personas fueron sentenciadas como parte de su organización narco.
Con dicha sentencia se da por agotada la vía de apelaciones y tanto Zamora Solórzano como los demás sentenciados deberán cumplir con sus condenas.
El nivel de organización de la banda del "Indio" les valió un capítulo en un informe del Estado de la Nación, bajo el título: “La Banda del Indio: Un antes y un después en materia de criminalidad organizada en Costa Rica”.
En dicho informe, realizado a base de entrevistas con investigadores policiales, se estableció que los deseos expansionistas de Zamora Solórzano incluso implicaban extender las operaciones fuera del país, hacia Guatemala y luego México.
Michael Soto, Jefe de Planes y Operaciones del Organismo de Investigación Judicial, comentó a CRHoy.com que las investigaciones de dicha banda iniciaron en el 2010 y ratificó que una de las características más importantes del grupo era su expansionismo.
“Era la primera vez que nos enfrentábamos a una organización criminal local que tenía una cultura colonizadora; es decir, que pretendía seguir creciendo y tomando otros puntos de venta más pequeños, de otros grupos más pequeños”, dijo Soto.
Otra de las características es que tenía una organización bastante elaborada. “Había personas que se encargaban de las finanzas, de conseguir el producto, de distribuir el producto; un grupo fuerte que se encargaba de las amenazas y de homicidios y una estructura financiera bien elaborada donde llevaban el registro completo de todos los movimientos económicos”, señaló el Jefe de Planes y Operaciones.
Un tercer rasgo de “el Indio” que lo perfila como un capo local de importancia era que las demás organizaciones criminales le tenían “respeto”.
“Gozaba respeto de la delincuencia por la violencia con que operaba y además porque venía expandiéndose y creciendo; que si no hubiésemos desarrollado esa investigación probablemente a estas alturas sería una organización muy fuerte y muy grande que hubiese controlado partes importantes de la capital y quizás hasta de otras provincias y muy difícil de controlar”, indicó Soto.
110 muertos por territorio
La investigación en contra de “el Indio” tardó dos años. En el 2012 fue detenido y cuando se ratificaron las órdenes de prisión preventiva inició una guerra por sus territorios. Eso provocó una verdadera masacre.
Cuando el "indio" cayó detenido y vio que su liderazgo se debilitaba mucho por estar privado de libertad, explotó un ataque criminal que se extendió entre 2013 y 2015.
“Miembros antiguos del grupo de él, de baja relevancia en ese momento (como el caso de alias “El Pollo”) empiezan a pugnar con otros sujetos de la misma organización de alias “El Indio” y empiezan todos estos conflictos al sur de la capital, que generaron alrededor de 110 muertos”, explicó Soto.
Soto aseguró que la ratificación de la condena por la Sala Tercera en contra de la banda de “El Indio” es fundamental porque se desarticula una organización criminal fuerte e importante vinculada con casos de homicidios.
El Jefe de Planes y Operaciones recordó que en este caso se realizaron más de 30 allanamientos y se logró la caída de uno de los delincuentes que se consideraba intocable en ese sector.
“Para nosotros es exitoso, nos da mucho orgullo institucional haber desarticulado este grupo y sucesivamente hemos venido desarticulando grupos o ramificaciones de este grupo y el trabajo ha sido constante. Eso nos motiva a no detenernos, por el bien del país”, dijo.
Una organización amplia
En informe del Estado de la Nación establece que la organización de “El Indio” es una forma de operación tipo empresarial y estaba dividida de la siguiente forma:
Los mandos medios se definían según cada comunidad. La estructura estaba debidamente “segmentada” e incluso las personas que manejaban un “bunker” no conocían a los demás, “ni a los superiores en la cadena de mando”.
El reclutamiento de personal en la banda era otra de sus características. Según los oficiales judiciales, la organización contrataba menores de 30 años, inclusive algunos de 17 y 18 años:
Además:
- Sin antecedentes policiales, de forma que pudieran por ejemplo acceder a tener permisos legales de portación de armas.
- Baja escolaridad, inclusive muchos con primaria incompleta.
- Proveniencia de familias con problemas de violencia, e incluso muchas de ellas lideradas por mujer y con ausencia del padre.
Aceptaron cargos
La Fiscalía Adjunta Contra la Delincuencia Organizada señaló por medio de un comunicado de prensa que la organización de Marco Antonio Zamora era más amplia.
“En noviembre del 2013, nueve integrantes del grupo aceptaron los cargos de homicidio y tráfico de drogas atribuidos por la Fiscalía y se sometieron a un proceso especial abreviado (sentencia 777-2013), con el cual se les impuso una condena sin necesidad de ir a juicio”.
Los condenados por dicha sentencia fueron: Alisson Zamora Campos, José Gabriel Porras Morales, Mauricio Hernández Corrales, Kenneth Quesada Gutiérrez, Santos Moraga Piña y Carolina Zamora Solórzano. Además, Luis Enrique Calderón Cordero, Lenin Alberto Zamora Ortega y Jimmy González Serrano.
“Además, dos personas: Giovannie Badilla Badilla y Mauricio Chang Cordero, fueron llevadas a juicio en el caso 14-000016-523-TP, y condenadas a 36 y 34 años de prisión, respectivamente, por delitos de homicidio calificado, tráfico de drogas y asociación ilícita”, comentó Miguel Abarca, Fiscal Adjunto de Crimen Organizado.